

El clima financiero en la Argentina volvió a tensarse tras un duro informe de JP Morgan que recomienda a los inversores alejarse del país. Según trascendió, otro gigante de los mercados, el fondo Pimco, ya habría empezado a desarmar posiciones por unos USD 1.600 millones, profundizando la salida de capitales.
El mayor banco de inversión de Wall Street encendió las alarmas al advertir sobre los desequilibrios económicos y la creciente incertidumbre política bajo la gestión de Javier Milei. El análisis, titulado irónicamente “Tomándose un respiro”, destaca dos factores críticos: el récord de déficit externo de USD 5.100 millones en el primer trimestre y el creciente atraso cambiario que volvió a Buenos Aires “más cara que Roma o Berlín”.
Además, el informe advierte sobre los riesgos de una derrota del oficialismo en las próximas elecciones legislativas, luego del traspié que Milei sufrió en Santa Fe.
Aunque JP Morgan aclara que mantiene una visión optimista sobre el mediano plazo, gracias a la desinflación y ciertos avances fiscales, en lo inmediato recomiendan alejarse del mercado argentino. “Preferimos dar un paso atrás y esperar mejores niveles de entrada”, explican, aludiendo a la volatilidad del dólar futuro y la creciente presión cambiaria.
La inquietud creció aún más en la City porteña tras trascender que Pimco, uno de los fondos de inversión más grandes e influyentes del mundo, habría comenzado a liquidar posiciones por USD 1.600 millones. Aunque algunos especulan que se trató de un error operativo, otros operadores sostienen que se trata de una salida planificada.
“El antecedente de 2017/18 está demasiado fresco. Los grandes fondos conocen muy bien a este equipo económico y no van a quedarse atrapados en un déjà vu”, señaló a LPO un experimentado operador del microcentro porteño.
Pimco, que ya sufrió pérdidas millonarias en la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri —cuando compartían mesa con BlackRock y otros fondos internacionales—, parece no estar dispuesto a repetir la historia.
Por ahora, el mercado observa con atención. Si la venta de Pimco se confirma y se liquida esta semana, podría desatar un nuevo temblor en los activos argentinos y acelerar el éxodo de capitales.
El “veranito financiero” de Milei, alimentado por el atraso cambiario y la euforia inicial, parece acercarse a su fin.