¿Se puede cambiar la forma de votar y lograr que todo funcione a la perfección desde el primer intento? Este domingo, la Boleta Única de Papel (BUP) demostró que sí, y los resultados sorprendieron hasta a los propios políticos. El debut de este sistema en las elecciones legislativas nacionales mostró que la votación puede ser más rápida, transparente y justa.
La primera gran señal del debut exitoso fue el ritmo del escrutinio. Mientras que con las boletas tradicionales en 2021 a las 21 apenas se había contabilizado el 35% de los votos, este domingo ya se habían escrutado más del 90% del país. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, destacó esta diferencia y subrayó la eficiencia del nuevo método.
Desde la Justicia Electoral, fuentes de la Cámara Nacional Electoral resaltaron que la Boleta Única de Papel superó las expectativas. “Desde 2007 promovemos este sistema porque garantiza igualdad para todas las agrupaciones políticas y libertad de elección para la ciudadanía”, explicaron.
El presidente Javier Milei también valoró la implementación de la BUP. Destacó que esta herramienta limita las maniobras de los oficialismos y asegura un proceso democrático más transparente. “Nosotros dijimos que lo íbamos a hacer y lo hicimos”, afirmó, dejando en claro que la novedad fue bienvenida incluso por sectores críticos del gobierno.
Analistas políticos coincidieron: la BUP fue uno de los “ganadores” de la jornada. Federico Aurelio, director de la consultora Aresco, explicó que las estructuras partidarias tradicionales perdieron peso, lo que permitió resultados más claros y menos distorsionados por la influencia de los aparatos locales.
En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, la herramienta permitió que Diego Santilli, de La Libertad Avanza, revierta una derrota de 14 puntos y logre una victoria ajustada pero contundente. Este efecto se replicó en otros distritos, salvo en provincias con fuerte liderazgo peronista como Formosa, Tucumán o La Rioja. Incluso en la ciudad de Buenos Aires, Patricia Bullrich logró superar el 50% con escasa participación del PRO, demostrando que la BUP facilita una competencia más directa.
El éxito se explica también por la rapidez del escrutinio, incluso en provincias con múltiples categorías y elecciones locales. Además, el porcentaje de votos nulos, recurridos o en blanco se mantuvo igual que en 2021, disipando temores sobre dificultades de la ciudadanía para adaptarse al sistema. Una alta autoridad de la Justicia Electoral afirmó: “Había temor de que la gente mayor tuviera problemas para votar, pero eso no pasó”.
No faltaron críticas: el gobernador Axel Kicillof cuestionó el costo y la novedad del sistema, mientras que Sergio Massa destacó que la gente se fue familiarizando con la Boleta Única de Papel durante el mes previo y que facilitó la participación.
El estreno de la BUP deja un mensaje claro: un sistema electoral moderno puede ser eficiente y seguro desde el primer día, y su impacto en las elecciones legislativas promete transformar la manera en que los argentinos eligen sus representantes. La experiencia abre la pregunta: ¿veremos esta forma de votar en todas las provincias en el futuro cercano?