¿Quién se quedará con el control del PJ bonaerense? Esa es la pregunta que mantiene en vilo al peronismo mientras se acerca la fecha límite para las elecciones internas del partido. En la madrugada del lunes, el grupo de Axel Kicillof dio un primer paso para impulsar a Verónica Magario como presidenta del PJ bonaerense, en oposición a Máximo Kircher.
Según dos dirigentes que prefirieron no ser nombrados, la idea se discutió en la residencia del gobernador, y Kicillof apoyó el plan. Algunos intendentes cercanos al gobernador señalaron que todavía no se tocó el tema en el bunker de Fuerza Patria, pero que está previsto abordarlo durante esta semana.

Magario está decidida a pelear por la presidencia del partido. Aunque no puede suceder a Kicillof en la gobernación —porque la Constitución provincial limita a dos mandatos consecutivos a gobernador y vicegobernador— su candidatura para el PJ tiene otras ventajas estratégicas. Al no ser intendenta, evita los vetos cruzados de los jefes comunales, aunque la influencia de Fernando Espinoza en La Matanza complica sus chances.
En un peronismo atravesado por internas, no poder competir por la gobernación puede ser un punto a favor: permite que la lucha se centre en la conducción del partido y no en el poder ejecutivo. Desde el axelismo, la decisión de impulsar a Magario también busca responder a la ofensiva que anticipan desde La Cámpora, que responsabilizaría a Kicillof por la derrota electoral reciente.
La noche del domingo, tras los resultados electorales, La Cámpora publicó mensajes críticos sobre la decisión de desdoblar la elección bonaerense. Frases como "Cristina tenía razón" recordaron advertencias previas de Cristina Kirchner sobre los riesgos del desdoblamiento. Desde el grupo de intendentes que respalda a Kicillof, se defendieron señalando que el bajo desempeño de candidatos como Jorge Taiana y Juan Grabois influyó más que la estrategia electoral.
Mientras tanto, la pelea por la presidencia del PJ bonaerense aparece como la primera estación de las internas que se vienen en el peronismo. Antes, algunos intendentes del conurbano habían promovido a Federico Otermin como candidato de consenso entre Kicillof y Cristina Kirchner, buscando una opción moderada entre el axelismo y La Cámpora. Sin embargo, la derrota reciente inclinó al grupo de Kicillof a apostar por alguien más cercano, y allí surge Magario.
El plazo para convocar las elecciones internas vence a mediados de octubre, considerando que la convocatoria debe realizarse 60 días antes y que el mandato de Máximo Kircher finaliza el próximo 18 de diciembre. La cuenta regresiva ya empezó, y cada movimiento político marcará quién tendrá la última palabra en el PJ bonaerense.