También conocidos con el nombre de spin doctor o gurú, la figura del consultor político ha adquirido un papel cada vez más importante en el mundo de la política, especialmente en las campañas electorales. En ella su presencia, aunque a veces invisible, no pasa desapercibida. Se la percibe en la organización de los eventos, en la preparación estética de los lugares donde se desarrollen los mítines o actos, en la presencia física de los candidatos, en la narrativa de sus discursos, en la coherencia de las imágenes personales y virtuales de la campaña, etc.
Hay consultores famosos y hay desconocidos. Hay internacionales y hay nacionales. Por supuesto, también los hay porteños y del interior. Entre estos, en los últimos años ha crecido significativamente la imagen de un consultor patagónico, Pablo Gustavo Díaz, titular de la firma PGD Consultores, a quien entrevistamos para conocerlo y que nos cuente sobre su apasionante actividad.
P: ¿Cuál es la función de un consultor político?
R: Básicamente ayudar a los políticos a cumplir sus objetivos, ya sea en su rol de candidatos en una campaña electoral o en ejercicio de una función de gobierno. Por medio de diferentes estudios de diagnóstico le proveemos información confiable que los ayuden a tomar mejores decisiones. Y por medio de nuestro conocimiento y experiencia le brindamos consejos que también mejoren su desempeño personal.
P: Una imagen instalada sobre ustedes es la del gurú que moldea candidatos o maneja los hilos de los gobernantes ¿Qué tan cierta es?
R: Un mito. Una imagen distorcionada producto de la demonización que un sector del progresismo utópico hizo sobre consultores de partidos conservadores, como Roger Stone en Estados Unidos que durante muchos años trabajó para el partido republicano, o Durán Barba en Argentina que lo hizo con el PRO.
En el fondo con intención de desacreditar la imagen de candidatos outsiders como Ronald Reagan o Mauricio Macri instalando que tenían poca consistencia política e intelectual y que los manejaban un chamán como si fueran una marioneta. Falso de toda falsedad absoluta.
Lo real es que hay pocas personas que tengan el nivel de autoestima que tiene un dirigente político y eso los hace impermeables a la manipulación externa. Yo suelo decirles a mis clientes que si toman al menos el 60% de mis consejos me doy por satisfecho. Y a veces ni llego a ese nivel de aceptación. Ellos miran los resultados de los estudios, me piden opinión y luego hacen lo que les parece. Y yo ruego que esa acción se acerque lo mas posible a mi sugerencia (risas).
P: Pero esa imagen también la han construido sus propios colegas vendiéndose como “hacedores de presidentes”.
R: En alguna medida. Es cierto que hay colegas con tanta o mayor autoestima que los políticos. No es mi caso. Yo tengo muy claro que mi lugar es el de asesor y la figura estelar es mi cliente.
P: Entremos en detalle en su trabajo ¿Cuáles son sus tareas especificas en una campaña electoral o en un gobierno?
En nuestra consultora las tenemos organizadas en una secuencia de tres pasos: Investigación, Estrategia y Comunicación. La investigación de mercados y opinión pública es fundamental para conocer la realidad del entorno en el que se desarrolla la contienda electoral o la gestión de gobierno. Sin un buen diagnóstico de base es imposible arribar a un resultado positivo. Encuestas, focus grups, entrevistas, estudios de BigData en redes sociales, por ejemplo, nos permiten conocer que piensa, siente y necesitan las personas. La estrategia se centra fundamentalmente en organizar los medios y herramientas que darán respuesta a esas demandas descubiertas, priorizándolas según su impacto y planificando la ejecución de las acciones. La comunicación es el medio para conectar al candidato o gobernante con sus electores o gobernados poniéndolos en una misma sintonía.
Siempre digo que la comunicación sin investigación ni estrategia es como saltar de un avión sin paracaídas. Los que los usan aterrizan de pie y los que no terminan estrellados en el suelo.
P: ¿Y todo eso lo hace usted solo o es un trabajo de equipo?
R: Imposible hacerlo solo. Otro gran mito que considera al consultor como un gurú todopoderoso. En mi caso cuento con el apoyo de un grupo de profesionales que trabajan para PGD Consultores que me ayudan desde sus respectivos campos de especialización: ciencias políticas, estadísticas, imagen, coaching, comunicación, etc. Pero además nos integramos al equipo del gobierno o campaña que nos contrata. Por lo general el político ya cuenta con su propio equipo de comunicación y marketing que nosotros reforzamos con nuestra experiencia y conocimiento.
P: En el blog de su consultora recientemente publicó una nota que habla sobre los tiempos que demanda una campaña electoral. Por lo visto allí y lo dicho aquí intuyo que además de un trabajo de mucha gente, también es de mucho tiempo.
R: Si. Como en todas las cosas importantes de la vida, a las campañas hay que dedicarle tiempo. No existe eso de levantarse a la mañana inspirado y pensar que solo la iluminada presencia alcanza para lograr el objetivo. No es magia. Es trabajo, estudio, análisis. También prueba y error. Hacer y corregir. En una campaña electoral el tiempo que todo eso demanda depende del grado de conocimiento e instalación que tenga el político en el mercado electoral. Roma no se hizo en un día. Y una campaña electoral con menos de 6 meses de trabajo difícilmente logre su objetivo.
P: También en la página web de su consultora hablan de una gran experiencia y efectividad: 22 campañas electorales y 86% de efectividad es un gran resultado.
R: Si, gracias por mencionar eso. La verdad es que hemos sabido elegir muy bien a nuestros clientes y hemos tenido mucha suerte (risas).
P: ¿Alguna anécdota que se pueda contar? ¿una de cal y otra de arena?
R: ¡Uf! Miles. Las cosas buenas generalmente se asocian a los resultados positivos y las malas a los negativos. Pero no siempre el resultado explica el proceso.
Tengo un hermoso recuerdo de una campaña en Santa Cruz. No conocíamos al cliente ni él nos conocía a nosotros. Nos encontró buscando en Google y fuimos la tercer opción elegida. Pero nosotros fuimos los únicos que al responder su llamado nos ofrecimos viajar a esa provincia para tomar contacto directo con él en su contexto y arreglar allí las condiciones contractuales. Hicimos una gran campaña cuyo resultado final lamentablemente se computa en el 14% de ineficacia de nuestra estadística. No obstante, el cliente quedó muy conforme y agradecido con nuestro trabajo porque lo ayudamos a ser muy competitivo y cercarlo al triunfo. Era el candidato retador en “el llano” que se enfrentaba al “aparato” gobernante.
Y en el 86% de eficacia tenemos alguna campaña muy exitosa donde también hicimos un gran trabajo y nos hubiera gustado participar de los festejos con el candidato y su equipo; pero terminamos solos comiendo pizza fría en la habitación del hotel.
El resultado no siempre expresa el proceso.
P: Para ir terminando ¿la Patagonia es su zona de confort o PGD consultores tiene otros límites como objetivo?
Soy de Viedma y conozco mucho la Patagonia. Conozco la mayoría de sus pueblos por haber estado trabajando o paseando en ellos. Pero también conocemos mucho el interior de la provincia de Buenos Aires. Particularmente estudié y conseguí mi primer empleo en Bahía Blanca. Desarrolle actividades rurales en los partidos de Coronel Rosales y Coronel Dorrego. Y recorrí todos y cada uno de los pueblos linderos las rutas N° 3 y 33. Lo que me da un conocimiento cabal de la sexta sección electoral de esa provincia. Además, dos de nuestros consultores asociados viven allí. Es muy posible que en los próximos meses nos encuentren trabajando por el centro y sur de esa tremenda provincia.