¿Por qué se va Daer justo ahora? La pregunta resuena fuerte en los pasillos sindicales y en las redacciones. Aunque su salida de la Confederación General del Trabajo (CGT) fue sorpresiva, su decisión no fue improvisada. Y detrás de ese paso al costado hay mucho más que una interna sindical.
El martes, en la sede de Azopardo, Héctor Daer dejó en claro que no seguirá como secretario general. Lo dijo en una reunión cerrada, antes de que la cúpula de la CGT saliera a hablar en público. Hasta ese momento, todos pensaban que quería seguir solo al mando, dejando atrás el modelo de triunvirato que lideró desde 2016. Pero cambió el libreto.
El giro abrió la puerta a una nueva conducción que se definirá en noviembre. Aunque todavía no está confirmado, Jorge Sola —actual secretario de Prensa de la CGT y referente del Sindicato del Seguro— suena como su posible sucesor. Eso sí, no se trataría de una conducción unipersonal: la idea es que haya entre tres y cuatro dirigentes al frente, en un esquema colegiado.
En esa reunión también estuvieron otros dirigentes de peso: Carlos Acuña, que representa a estaciones de servicio, y Octavio Argüello, del gremio de Camioneros. Además, participaron figuras como Andrés Rodríguez (UPCN), Julio Piumato (judiciales), y Rodolfo Daer (Alimentación), entre otros. Todos entendieron que esta movida no es menor: deja vacante un rol clave y obliga a reacomodar fuerzas entre los sectores más dialoguistas y los más duros.
¿Por qué se baja Daer justo ahora? Hay varias razones. Una clave es que busca renovar su cargo al frente de ATSA Buenos Aires, el gremio de Sanidad que lidera hace más de tres décadas. Se habla de adelantar las elecciones internas para junio, con el objetivo de evitar que se superpongan con la discusión sobre la sucesión en la CGT. Además, quiere evitar que aparezca una lista opositora dentro de su propio gremio, donde aún conserva estructura y territorio.
Otro factor es su relación con el Gobierno. En los últimos meses, Daer endureció su discurso contra la gestión de Javier Milei. Fue uno de los principales impulsores del paro general que la CGT convocó para este jueves. Una medida que refleja el malestar frente a la reforma laboral incluida en el DNU 70, que hoy está frenada judicialmente. Según el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, "la CGT sale a hacer un paro porque sabe que se vienen reformas".
Ese cambio de tono también lo acercó a otros gremialistas que tomaron distancia del oficialismo, como Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). En el camino, quedaron más lejos referentes como Gerardo Martínez (UOCRA) y Armando Cavalieri (Comercio), que siguen con buena sintonía con el Ejecutivo.
Lo cierto es que la salida de Daer reconfigura el tablero sindical. Y aunque la fecha del congreso para renovar autoridades es noviembre, algunos ya analizan adelantar las definiciones si logran un consenso amplio. Todo dependerá, en parte, del impacto del paro de este jueves. ¿Será el comienzo de una CGT más combativa? ¿O se mantendrá el equilibrio con los sectores moderados? Las próximas semanas tendrán la respuesta.