Organizaciones sociales, políticas y sindicales conmemoraron el domingo 1° de mayo el Día de los Trabajadores con marchas y movilizaciones que se llevaron a cabo en CABA y distintos puntos del país. La movilización se produjo en medio de un escenario político con un Frente de Todos atravesado por las internas políticas.
El presidente Alberto Fernández celebró la movilización de los sectores sociales y apuntó que "marcharon por las calles pacíficamente reivindicando sus derechos y reclamando una economía más dinámica que los contenga". En este sentido, remarcó que "la economía argentina se recupera. La producción crece y el trabajo formal aumenta. Hay que hacer frente a nuestra deuda interna. Debemos institucionalizar a quienes trabajan en la economía popular y regular su funcionamiento para que nadie quede en los márgenes de este proceso".
"Mi sincera gratitud a todos ellos por ser parte, aún con diferencias, de este proyecto político que busca que nuestra economía crezca y que ese crecimiento se distribuya sin postergar las legítimas aspiraciones de millones de argentinas y argentinos", cerró el mandatario en un mensaje con doble interpretación en el contexto agrietado del Frente de Todos.
Es que en medio de la interna del Gobierno, agrupaciones afines a un sector del oficialismo marcharon por el centro porteño con la consigna “techo, tierra y trabajo”. La dirigencia nacional de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que integra el dirigente Juan Grabois y las principales organizaciones sociales del país, realizó un acto masivo en la avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo.
Más tarde, el Frente de Izquierda Unidad (FITU) se reunirá en la Plaza de Mayo a partir de las 16 para llevar adelante "un importante acto" con consignas como el rechazo al "pacto con el FMI y el ajuste" y en demanda de "la recuperación salarial y una jornada de seis horas".
El eje fue el reclamo para la aprobación de las leyes del sector de la economía popular y generar un respaldo al gobierno nacional, pero con matices. También hubo cuestionamientos a la interna política que hoy atraviesa la Casa Rosada.
El discurso más encendido de la jornada fue el que expuso Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP e integrantes del Movimiento Evita. El dirigente criticó con dureza la interna política que divide a Alberto Fernández de Cristina Kirchner y aseguró: “Es una pelea de palacio payasesca”.
Sus críticas estuvieron seguidas de una declaración de principios. “Defendemos las investiduras, no somos funcionales a debilitar el Gobierno”, sentenció frente a miles de manifestantes que se concentraron en el centro de la Ciudad de Buenos Aires.
“Muchas leyes duermen en el Congreso. El problema está en la calle. Es urgente la ley de Tierra, Techo y Trabajo”, sostuvo el dirigente, al tiempo que hizo un pedido directo a la cúpula del Gobierno: “A los compañeros del Poder Ejecutivo: no nos alcanza con el Plan 2030. No alcanza con dos millones de puestos de trabajo: hay 18 millones de pobres”.
El dato a tener en cuenta mañana será cómo se terminará mostrando el músculo del Gobierno en la movilización. Este sábado hubo varios movimientos al respecto. Máximo Kirchner estuvo en el plenario de la rama sindical del PJ bonaerense, donde cuestionó las medidas tomadas por el Poder Ejecutivo. En tanto, Alberto Fernández visitó una obra cerca de San Vicente.
El Frente de Izquierda (FIT) realizó su acto por el dia del trabajador en la Plaza de Mayo con duras críticas al gobierno nacional. “En un momento de crisis como éste, donde después de la pandemia vino la guerra, el que diga que el capitalismo va a dar solución al hambre, a la falta de trabajo, no dice la verdad”, sostuvo la diputada nacional Myriam Bregman.
La legisladora nacional remarcó que “todo el tiempo nos quieren mostrar que solo nos queda elegir el mal menor, y si no le haces el juego a la derecha. Salimos a la calle este 1° de Mayo para plantear que hay otra alternativa favorable a los intereses del pueblo trabajador”.
Además, la diputada Romina Del Plá apuntó contra la burocracia sindical y dijo que tienen “una enorme responsabilidad en la crisis social que sufrimos los trabajadores en Argentina”. En este sentido, sostuvo que el movimiento obrero fue el que “garantizó la pérdida que sufren los salarios y las jubilaciones, que es una de las principales vía de ajuste”.
