La Unión Europea (UE) y el gobierno de Ucrania se reunieron en Vilna, Lituania, para debatir los planes de reconstrucción del país tras la guerra. El objetivo es que Ucrania sea un país mejor y más verde una vez finalizada la contienda.
La invasión rusa ha tenido un impacto devastador en la naturaleza de Ucrania. La destrucción de la presa de Kajovka provocó uno de los mayores ecocidios de origen humano desde la explosión de la central nuclear de Chernóbil.
Ucrania es actualmente un país altamente minado. Alrededor de 34 especies han desaparecido debido a los combates y los bosques del país también han sufrido pérdidas.
Para reconstruir Ucrania, se necesita transformar su red energética y reconstruir edificios públicos y residenciales de forma energéticamente eficiente.
La reconstrucción de Ucrania es una oportunidad tentadora para muchas empresas europeas, que ya han manifestado su interés. Representantes del sector de la construcción, el agua y la gestión de residuos participan también en los debates de Vilna. La reconstrucción de Ucrania tendrá un coste enorme, que Rusia debería pagar.
Otro reto para la reconstrucción será convencer a los 6 millones de ucranianos que viven actualmente en la UE que vuelvan a su país y contribuyan en la reconstrucción.