La pregunta recorre las paredes del conurbano, donde el debate sobre el futuro político se intensifica. Con el foco puesto en la interna del peronismo, figuras clave como Axel Kicillof, Carlos Bianco, y Andrés “Cuervo” Larroque se juegan una batalla interna que podría definir el rumbo de la provincia y, por qué no, del país en 2027.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, está decidido a consolidar su posición como el principal referente de la oposición nacional. La estrategia es clara: debe ganar fuerza interna dentro de su propio espacio, el peronismo, antes de poder presentarse como una alternativa seria frente a figuras como Javier Milei. Pero no será un camino sencillo. Si bien el sector kirchnerista ha mostrado su apoyo, la figura de Cristina Fernández de Kirchner no se aleja del escenario político, y las tensiones sobre el armado de listas ya se sienten.
Carlos Bianco y Andrés “Cuervo” Larroque, ministros clave en el gabinete de Kicillof, trabajan para fortalecer la imagen del gobernador. La clave está en llegar a todos los rincones de la provincia, con un mensaje claro: “El futuro es con Axel Kicillof”. Sin embargo, las decisiones de Cristina Kirchner no están exentas de conflicto. La presidenta del PJ busca que las elecciones nacionales no se desdoblen, mientras que Kicillof está convencido de que separarlas es la mejor opción para evitar que su figura quede opacada por la de la expresidenta.
El apoyo de los intendentes del conurbano es fundamental para Kicillof. En Villa Gesell, por ejemplo, se reafirmó la idea de que el “norte” del peronismo bonaerense debe ser con Axel Kicillof. En este sentido, Carlos Bianco y Andrés Larroque tienen un papel crucial: son los encargados de estructurar las bases para un posible despegue de Kicillof de la figura de Cristina Fernández. Sin embargo, el sector de La Cámpora sigue firme en su postura, lo que añade complejidad a la situación interna.
El gobernador sabe que los próximos meses serán cruciales. El desafío es lograr que el peronismo se una en torno a una figura que no sea eclipsada por el kirchnerismo duro. Kicillof y sus aliados buscan evitar una repetición de lo ocurrido en las elecciones anteriores, donde el conurbano fue un campo de batalla y los resultados fueron inciertos. El mensaje es claro: se necesita una alternativa competitiva.
Si bien el panorama es complejo, la figura de Axel Kicillof está posicionada como la esperanza para muchos en el peronismo bonaerense. Su desafío será lograr una estrategia que lo ponga a la cabeza del justicialismo, mientras enfrenta a Milei y sus aliados, quienes siguen ganando terreno a nivel nacional.
En conclusión, mientras la disputa interna se agudiza y la figura de Axel Kicillof busca consolidarse como la cara del peronismo bonaerense, la mirada estará puesta en cómo se desarrollan los próximos pasos del gobernador y sus aliados. El futuro político de la provincia de Buenos Aires está en juego, y todos los actores clave lo saben.