Algo raro pasa en San Isidro. Esta semana, más de 500 estudiantes y sus familias se enteraron de que podrían perder parte de su escuela por una obra privada. El colegio afectado es el histórico Polivalente de Arte, ubicado en Martínez, y la decisión generó un fuerte rechazo en toda la comunidad educativa. ¿Quién está detrás de esto? El intendente Ramón Lanús (PRO), y una funcionaria del Consejo Escolar local.
Ahora, muchos se preguntan si la educación pública está en riesgo por intereses inmobiliarios. Pero vayamos por partes.
La Escuela Secundaria Especializada en Arte N°1, conocida como El Polivalente, podría perder parte de su terreno. El lugar funciona hace 35 años y es único en la provincia: tiene más de 500 alumnos y ofrece cuatro especialidades artísticas. Sin embargo, desde la Municipalidad de San Isidro pidieron revisar los planos del predio. ¿La razón? Quieren abrir la calle Juncal entre Talcahuano y Av. Fleming.
Ese pedido aparece en el expediente oficial IF-2025-00049037-SI-SECPDU. El argumento es que la obra beneficiaría al tránsito. Pero según la comunidad educativa, hay otros intereses detrás.
La solicitud fue presentada por una entidad nueva: la Cámara de Fomento Impulsar Martínez, creada en octubre de 2024. ¿Quién la lidera? Juan Lancelotti, funcionario a cargo de Movilidad Urbana del municipio. Pero además, es socio de Guerrero Propiedades, una inmobiliaria activa en la zona.
Esto generó sospechas: ¿por qué alguien con vínculos inmobiliarios quiere abrir una calle justo donde hay una escuela?
La presidenta del Consejo Escolar, María de los Ángeles Durand Aparicio, habría frenado una obra licitada para mejorar la escuela, en coordinación con el intendente Ramón Lanús. Así lo denunciaron docentes, padres y alumnos, junto a dirigentes de Unión por la Patria como Julieta Smulevic, quien afirma que “hay intereses particulares en juego”.
Para visibilizar el reclamo, vecinos organizan una protesta este martes en el mástil de San Isidro, en Belgrano y Chacabuco, frente al Banco Provincia.
Si la apertura de la calle sigue adelante, El Polivalente podría quedar sin:
Dos aulas
El patio
El comedor y la cocina
La preceptoría
El kiosko
Todo esto en una escuela pública y artística, que es la única de su tipo en toda la provincia.
Este caso va más allá de una obra. Es una señal de alerta sobre cómo se toman decisiones que afectan a la educación pública. Y pone en discusión algo clave: ¿puede una obra que privada pesar más que el futuro de 500 chicos?
Mientras tanto, la comunidad sigue movilizada, esperando que la calle no pase por encima del arte.
