El impacto del fuerte recorte en los fondos coparticipables impulsado por el Gobierno de Javier Milei ya se siente en los municipios bonaerenses. La disminución de recursos que afecta directamente a la Provincia de Buenos Aires generó un “efecto dominó” en las finanzas municipales, con un 2025 que se anticipa complicado. Para afrontarlo, muchos intendentes decidieron aplicar ajustes significativos en las tasas municipales, con aumentos que en algunos casos superan el 200%, una medida que genera debates y tensiones políticas en los distritos.
Según un relevamiento de la agencia DIB, los jefes comunales comenzaron a presentar sus propuestas de aumentos en los Concejos Deliberantes, justificándolos en una inflación interanual que, a octubre, alcanzó el 193%. Sin embargo, las disparidades entre las cifras oficiales y las denuncias de la oposición generan controversias.
En el Conurbano bonaerense, distritos como Lomas de Zamora están en el centro del debate. Desde el oficialismo local se anunció un aumento del 40% en la tasa de servicios generales para el próximo año. Sin embargo, concejales del PRO sostienen que los incrementos reales oscilan entre el 273% y el 293%. En tanto, en General San Martín, el oficialismo liderado por Fernando Moreira reconoció solo un ajuste del 10,5% respecto de diciembre, mientras que desde la oposición aseguran que el incremento interanual alcanza el 143%.
Otros municipios como José C. Paz, bajo la conducción de Mario Ishii, lograron la aprobación de sus ordenanzas fiscales con incrementos escalonados que suman hasta un 83% en los primeros meses de 2025. Tigre y Almirante Brown, en tanto, establecieron aumentos más moderados, en torno al 60% y 30%, respectivamente.
En el interior bonaerense, los ajustes también son motivo de discusión. En Tres Arroyos, la oposición denunció un incremento del 71,6%, calificándolo de “excesivo” frente a la proyección inflacionaria oficial del 18% para 2025. Bahía Blanca, por su parte, presentó una propuesta de aumento del 125%, que enfrenta rechazo desde sectores opositores. Otros distritos como Tapalqué, Ramallo y Balcarce propusieron subas promedio que oscilan entre el 130% y el 60%, respectivamente.
Más allá de los porcentajes, los intendentes enfrentan un desafío adicional: la baja tasa de cobrabilidad. En algunos municipios del Conurbano, apenas el 40% de los vecinos cumple con el pago de los impuestos municipales, lo que limita aún más la capacidad de recaudar y afrontar gastos esenciales.
Los ajustes, criticados por amplios sectores, son una respuesta directa a los recortes de fondos nacionales que dejó el Presupuesto de 2024. Si bien la inflación proyectada por el Gobierno nacional para el próximo año es del 18%, la realidad económica y los datos interanuales muestran un panorama mucho más incierto, lo que lleva a los municipios a tomar medidas preventivas.
La discusión de las ordenanzas fiscales continuará siendo un tema clave en la agenda política bonaerense en los próximos meses, con implicancias que van más allá de los números y que podrían incidir en las dinámicas electorales locales del 2025.
El debate sobre las tasas no solo afecta las finanzas municipales, sino también la relación entre oficialismo y oposición en los Concejos Deliberantes. Mientras los intendentes intentan garantizar la continuidad de los servicios básicos, la oposición busca capitalizar el descontento social, apuntando a la “desproporción” de los ajustes frente a las promesas de estabilización económica realizadas desde el Gobierno nacional.
El panorama económico, ya de por sí complejo, pone a prueba la capacidad de gestión y negociación de los intendentes bonaerenses en un contexto donde la política y la economía están más entrelazadas que nunca.
