Pablo Gerchunoff, economista e historiador argentino, lanzó una advertencia en su cuenta de X sobre la nueva "tablita" cambiaria, comparándola con la implementada por José Alfredo Martínez de Hoz en 1979. Gerchunoff, conocido por sus estudios sobre políticas cambiarias, señaló que la experiencia de la dictadura militar fue desastrosa, pero su desenlace pudo haber sido distinto sin el segundo shock petrolero y la drástica respuesta de Paul Volcker, presidente de la Reserva Federal en ese momento.

Roberto Arias, exintegrante del equipo económico de Martín Guzmán, apoyó las palabras de Gerchunoff, destacando que el éxito del actual programa cambiario dependerá en gran medida del contexto internacional. Arias afirmó que "Don Pablo sabe", en referencia a la experiencia del economista en estas cuestiones.

La política cambiaria actual ha generado preocupación entre los economistas, quienes advierten sobre un posible "atraso cambiario". Esto podría derivar en una pérdida de competitividad en dólares, afectando tanto la balanza comercial como las reservas del Banco Central, elementos clave para reducir el riesgo país y lograr la estabilidad económica.

Gerchunoff menciona que la "tablita" de Martínez de Hoz fracasó principalmente por dos factores externos: el aumento del precio del petróleo debido a la revolución iraní y la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos bajo el mando de Volcker. Sin embargo, el contexto actual es diferente. Argentina cuenta con recursos como Vaca Muerta y el litio, que podrían impulsar las exportaciones en los próximos años.

Un informe reciente de la consultora Aleph Energy proyecta que, si se concretan las inversiones necesarias, Argentina podría alcanzar exportaciones anuales de petróleo y gas por USD 28.000 millones para fines de la década. Sin embargo, para lograr este potencial, el país necesitaría inversiones por alrededor de USD 180.000 millones. Gerchunoff sostiene que estas inversiones ofrecen a la nueva política cambiaria mayores posibilidades de éxito en comparación con la implementada por Martínez de Hoz.

Orlando Ferreres, otro destacado economista, advirtió que el bajo nivel de inversión es un obstáculo significativo para el crecimiento económico. Aunque celebra iniciativas como el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), Ferreres subraya que es fundamental eliminar las barreras como el cepo cambiario para atraer inversiones extranjeras.

Gerchunoff, en su habitual estilo irónico, describe las políticas económicas de Javier Milei como un "peronismo monetarista". Aunque se enfoca en la estabilidad fiscal y la eliminación de la emisión monetaria, Gerchunoff destaca que Milei enfrenta el desafío de equilibrar estas con las medidas de crecimiento económico, lo que requerirá un fuerte impulso a las inversiones.

Finalmente, Ferreres advierte que, a pesar de las dificultades actuales, las condiciones para salir del cepo se están alineando, y proyecta que la economía argentina podría volver a crecer en 2025. Sin embargo, subraya que para alcanzar un crecimiento sostenible, será crucial atraer capitales y eliminar gradualmente las restricciones que afectan a la inversión y la exportación en el país.