Las tensiones dentro del kirchnerismo en territorio bonaerense son cada vez más evidentes. Un dirigente cercano al gobernador Axel Kicillof afirmó que "todo va camino a que haya dos listas en todas las categorías", en alusión a una posible ruptura con La Cámpora para las elecciones legislativas del próximo año. La estrategia del mandatario provincial apunta a fortalecer su liderazgo dentro del Partido Justicialista (PJ) con la conformación de listas propias.

El panorama político peronista en la provincia de Buenos Aires parece fragmentarse. La falta de consenso entre los sectores de Kicillof y La Cámpora podría derivar en dos espacios distintos que compitan en las próximas elecciones, sin necesidad de recurrir a una PASO. "Ellos hablan de unidad, pero es sometimiento", expresó uno de los intendentes que apoya al gobernador, reflejando la dificultad de llegar a un acuerdo con el espacio liderado por Máximo Kirchner.

La relación entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner también se ha tensado en las últimas semanas. A pesar de los esfuerzos por mantener una alianza dentro del PJ bonaerense, la consolidación de un espacio político propio por parte del gobernador pone en riesgo esa convivencia. Un grupo de intendentes ya está trabajando en la constitución de un espacio orgánico que respalde la figura de Kicillof como líder del peronismo provincial.

El objetivo de este sector es claro: "fortalecer políticamente a Axel", según uno de los armadores de su mesa política. La apuesta es que en las elecciones legislativas de 2025, Kicillof logre una representación significativa en la Legislatura bonaerense y en los 135 municipios de la provincia. La ley de Boleta Única en Papel (BUP), aprobada recientemente, podría facilitar este camino al reducir el efecto de arrastre que tradicionalmente favorecía a los candidatos más fuertes a nivel nacional.

El nuevo sistema electoral permitiría a Kicillof "provincializar" las elecciones, centrando el debate en la gestión local y territorial. Esta estrategia busca consolidar su liderazgo sin depender del armado electoral nacional, pese a que la administración bonaerense ha expresado su rechazo a la BUP.

En este contexto, Kicillof se enfrenta al desafío de evitar lo que ocurrió en las elecciones de 2023, cuando no logró colocar a personas de su confianza en los puestos clave de la Legislatura provincial. La apuesta ahora es contar con listas propias que le otorguen mayor autonomía y refuercen su control sobre el PJ bonaerense, a pesar de la influencia persistente de Cristina Kirchner.

El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, ha sido claro: "Axel es el conductor del peronismo en la provincia de Buenos Aires". La victoria de Kicillof en 2023 y su actual liderazgo institucional parecen respaldar esta afirmación, aunque las tensiones internas dentro del peronismo continúan en aumento, especialmente tras la irrupción de Javier Milei en el escenario político nacional.