En la 53ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, China ha vuelto a exhortar a Japón a que detenga su plan de verter agua radiactiva en el océano. Esta demanda surge en respuesta al resultado del Examen Periódico Universal (EPU) de Japón, cuyo informe fue adoptado por el organismo.
Un diplomático chino expresó su preocupación y solicitó a Japón que se deshaga de las aguas residuales nucleares de manera segura, transparente y científica. Además, instó a cooperar con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para establecer un mecanismo internacional de vigilancia a largo plazo, en el que participen los países vecinos de Japón y otras partes interesadas.
El diplomático chino subrayó que Japón ha ignorado las preocupaciones y la oposición de la comunidad internacional respecto al vertido de agua radiactiva, probablemente por consideraciones económicas. Según un cable de la agencia de noticias Xinhua, advirtió que la continua descarga de millones de toneladas de agua contaminada con restos nucleares de Fukushima en el mar durante los próximos 30 años equivaldría a tratar al Océano Pacífico "como una cloaca".
Esta controversia entre China y Japón sobre el vertido de agua radiactiva en el océano ha generado preocupación a nivel internacional. Aunque el pais nipon ha defendido que el vertido será seguro y se llevará a cabo de acuerdo con los estándares establecidos, China y otros países vecinos continúan instando a Japón a encontrar alternativas seguras y a cooperar plenamente con los organismos internacionales.