VISIÓN POLÍTICA

La guerra en curso en la Franja de Gaza ha entrado en una nueva fase con el ejército israelí intensificando sus operaciones terrestres. Desde el domingo por la noche, las fuerzas israelíes han aumentado su presencia en Gaza, enviando tanques, infantería y fuerzas blindadas más profundamente en el territorio.

Según informes del ejército, estas tropas terrestres, respaldadas por la Fuerza Aérea de Israel, se enfrentaron con miembros del grupo Hamás que se habían atrincherado en edificios y que intentaron atacar a las fuerzas israelíes. Estos enfrentamientos resultaron en bajas significativas entre los miembros de Hamás.

Varios videos compartidos en redes sociales muestran la destrucción de vehículos civiles a manos de los tanques israelíes durante estos combates. La lucha se centró en áreas estratégicas de Hamás, incluyendo una posición de lanzamiento de misiles guiados antitanques cerca de la Universidad Al-Azhar en Gaza. La Fuerza Aérea israelí informó que ha atacado alrededor de 600 objetivos en las últimas 24 horas.

Testigos palestinos en Gaza informaron que se avistaron tanques israelíes en el distrito de Zaytun, en las afueras de la ciudad, donde atacaron vehículos civiles y cortaron la carretera de Salahedin, una importante vía que conecta el norte y el sur de la Franja. Los residentes se encontraron atrapados en medio de los combates y los intentos de evacuación fueron obstaculizados.

Las fuerzas de las FDI continúan ampliando las operaciones terrestres en la Franja de Gaza; durante la noche las fuerzas eliminaron a los terroristas de Hamas y destruyeron infraestructura terrorista y complejos militares.

Las FDI continuaron durante la noche ampliando las… pic.twitter.com/le6NugDrCk

— Dani Lerer (@danilerer) October 30, 2023

La intensificación de los combates ha aumentado la preocupación internacional por el impacto en la población de Gaza, que ya ha sufrido enormes pérdidas. La comunidad internacional sigue debatiendo la proporcionalidad de la respuesta israelí a los ataques de Hamás, mientras el conflicto se extiende y afecta a una población de más de dos millones de personas. El asedio, la falta de suministros médicos y humanitarios, y la perspectiva de una escalada regional son preocupaciones cada vez mayores.