Con las listas de Cristina Kirchner y Ricardo Quintela ya confirmadas para lo que será una experiencia inédita dentro del peronismo, la interna para definir la presidencia del Partido Justicialista (PJ) comienza a generar incertidumbre. No se trata de una elección presidencial, sino de una competencia interna para definir el liderazgo partidario, y la gran pregunta que ha comenzado a tomar volumen es: ¿de dónde saldrán los fondos para financiar una elección de esta magnitud?

El país se encuentra en una situación económica compleja, gobernado bajo una máxima contundente: "no hay plata". Esta realidad obliga a los protagonistas a realizar un ejercicio de imaginación para cubrir los costos de una interna sin precedentes en la historia del partido fundado por Juan Domingo Perón.

Esta preocupación no solo aqueja al equipo de Quintela, quien hasta hace seis meses pensaba que habría una lista única, sino también al entorno más cercano de Cristina Kirchner, que aún no tiene claro cómo será el procedimiento de las elecciones previstas para el 17 de noviembre. , coincidiendo con el Día de la Militancia.

Los apoderados de la lista de Quintela, Jorge “Negro” Yoma y el abogado Daniel Llermanos, planean solicitar precisiones ante la Junta Electoral del PJ sobre el formato de la elección, considerando que el padrón supera los tres millones de electores. La logística de una elección nacional requiere movilizar cerca de 100 mil urnas, organizar cientos de millas de personas como presidentes de mesa y fiscales, y garantizar la seguridad y el traslado de los votos.

Entre las preguntas que surgen están: ¿se votará en escuelas? ¿En cabeceras de partidos o en cada pueblo? ¿Cómo se capacitará a los presidentes de mesa? Y, sobre todo, ¿de dónde saldrá el dinero para financiar todos estos recursos?

El financiamiento es, sin duda, el principal escollo. “Todo esto puede costar varias millas de millones de pesos”, explica un experto en elecciones. A pesar de la distribución del Fondo Partidario Permanente en julio, los recursos asignados al PJ parecen insuficientes para cubrir los costos de esta competencia interna. Además, los aportantes privados, limitados por ley, no ven incentivos claros para apoyar una estructura que no representa una alternativa de poder inmediato.

En este contexto, el gobierno ha dejado claro que no habrá fondos adicionales más allá de los ya transferidos. Mientras tanto, las especulaciones crecen y la incertidumbre sobre cómo se financiará esta elección sigue sin resolverse.

A medida que se acerca la fecha de la elección, el equipo de Quintela siente la presión del kirchnerismo, que ha desplegado toda su maquinaria para fortalecer la candidatura de Cristina Kirchner. Sin embargo, una de las sorpresas ha sido la postura de Axel Kicillof, quien, aunque no ha apoyado públicamente a su mentora, tampoco ha expresado su respaldo a Quintela, lo que ha sido interpretado como un gesto de resistencia.

A pesar de las tensiones internas y de que muchos de los que inicialmente apoyaban a Quintela han migrado a la lista de Cristina, desde el entorno del gobernador riojano aseguran que seguirán adelante con la competencia, aunque la Junta Electoral esté controlada por el kirchnerismo.

Esta inédita interna del PJ, que promete ser una batalla política significativa, sigue rodeada de incógnitas, no solo por las dificultades financieras, sino también por la estrategia y el apoyo político que ambos candidatos podrán desplegar en las próximas semanas.