¿Qué está pasando con OSPRERA? Esa es la pregunta que se hacen miles de familias rurales en todo el país. Desde que la Superintendencia de Servicios de Salud intervino la obra social el pasado 26 de octubre, las denuncias por cortes de servicio y la interrupción en la entrega de medicamentos no han parado de crecer. La situación, que afecta a 700 mil afiliados, se agrava día a día, dejando a muchos pacientes en una situación desesperante.
La intervención de OSPRERA se dio tras la destitución del Consejo Directivo que había asumido en julio, luego de más de un año de intervención judicial. Según el gremio, esta decisión se tomó de manera irregular, fuera del horario administrativo y sin derecho a la defensa, a pedido de un juez que posteriormente fue apartado por incompetente.
Desde entonces, los problemas se intensificaron:
La crisis en OSPRERA no solo es una cuestión administrativa; detrás hay historias de vidas en riesgo.
Estos casos no son aislados. En todo el país, pacientes con enfermedades crónicas, oncológicas, insuficiencias renales y otras patologías severas se encuentran en grave peligro.
La falta de pago a los prestadores ha generado una reacción en cadena. Médicos, clínicas y laboratorios dejaron de recibir los pagos comprometidos, lo que paraliza la atención. La Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Córdoba (ADAARC), por ejemplo, anunció que desde fines de diciembre no atenderá más a afiliados de OSPRERA.
Además, las deudas acumuladas están generando intereses y multas que agravan aún más la situación económica de la obra social.
Mientras tanto, cientos de casos están siendo judicializados. Las denuncias incluyen incumplimientos, medidas compulsivas para obligar el cumplimiento de fallos judiciales e incluso causas penales por desobediencia.
La incertidumbre sigue creciendo entre los 700 mil trabajadores rurales y sus familias, quienes dependen de OSPRERA para acceder a la atención médica que necesitan.
Si sos afiliado y te ves afectado, informate sobre tus derechos y las vías legales para reclamar. La crisis en OSPRERA está lejos de resolverse, pero la visibilización de los problemas es clave para presionar por una solución.
La pregunta que queda en el aire es: ¿cuánto tiempo más pueden esperar los pacientes antes de que las consecuencias sean irreparables?