Ubicado en la icónica Avenida 9 de Julio, el Edificio de Obras Públicas fue inaugurado en 1936 como parte de un ambicioso proyecto urbanístico. Con 93 metros de altura y 22 pisos, la obra fue parte de un plan más grande para la creación de una "ciudad gubernamental" que albergara los ministerios en un solo sector de la ciudad.
El diseño del arquitecto Alberto Blanco buscó armonizar la nueva construcción con la ciudad, aunque algunos urbanistas de la época criticaron su ubicación, que rompía la armonía del centro porteño. A pesar de las críticas, el edificio se consolidó como un símbolo del crecimiento de Buenos Aires en la primera mitad del siglo XX.
El Edificio de Obras Públicas no solo fue una pieza clave en la urbanización, sino que también desempeñó un papel crucial en la historia política de Argentina. En 1951, fue escenario de la renuncia de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia, un evento trascendental para el peronismo.
Durante los bombardeos de 1955, el edificio fue blanco de los ataques aéreos que también impactaron en la Plaza de Mayo. Pocos años después, en 1951, el edificio se convirtió en el punto de transmisión para el inicio de la televisión en Argentina, con la instalación de la antena de Canal 7.
En 1995, el entonces intendente porteño, Jorge Domínguez, anunció la posible demolición del edificio, como parte de un plan para liberar espacio en la Avenida 9 de Julio. Aunque no se concretó, el futuro del edificio sigue siendo incierto a más de 80 años de su inauguración.
Hoy, el Edificio de Obras Públicas sigue siendo un hito arquitectónico de la ciudad. Su historia, que abarca desde su construcción hasta sus intervenciones políticas, continúa siendo parte de la memoria urbana de Buenos Aires.