La reciente elección dejó al descubierto las profundas grietas dentro del peronismo. Con Juntos por el Cambio ampliando su número de gobernadores a diez, el Partido Justicialista (PJ) se enfrenta a un escenario de debilitamiento. Hoy, solo seis de los ocho gobernadores de Unión por la Patria (UP) pertenecen al PJ, lo que marca una clara pérdida de influencia en el territorio.

Figuras como Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Ricardo Quintela (La Rioja) lograron mantenerse en pie, pero sus posturas hacia la interna del partido varían significativamente. Mientras Quintela libra una batalla pública con Cristina Kirchner por la candidatura a la presidencia del PJ, otros como Kicillof prefieren el silencio, evitando posicionarse abiertamente.

La falta de pronunciamientos por parte de varios gobernadores, como Gildo Insfrán (Formosa) o Raúl Jalil (Catamarca), refuerza la sensación de incertidumbre dentro del PJ. Cristina Kirchner, quien recibió el apoyo privado de Insfrán, no ha logrado alinear a todos los mandatarios en torno a su candidatura.

Por su parte, Quintela sigue resistiendo, decidido a competir contra la ex mandataria. Su entorno asegura que está "decidido a dar batalla", mientras que otros dirigentes, como los intendentes Jorge Ferraresi y Andrés Watson, respaldan su candidatura.

El gobernador bonaerense, sorprendido por los movimientos de Cristina Kirchner, se mantiene distante de la disputa partidaria. La reciente visita de la ex presidenta a La Matanza, sin previo aviso, alimentó el malestar en el entorno de Kicillof, que siente que está siendo marginado de la estrategia del kirchnerismo.

A medida que se acerca la fecha límite del 19 de octubre para el cierre de listas, el PJ enfrenta una de sus mayores divisiones internas en años. La lucha por el liderazgo entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela marca un punto de inflexión en la historia del peronismo, y la posición de los gobernadores será clave para definir el futuro del partido.