El gobierno consiguió dividir al bloque peronista en el Congreso, dejando sin quórum una sesión clave para limitar los decretos de necesidad y urgencia (DNU) de Javier Milei y anular el polémico canje de deuda impulsado por Luis Caputo. La falta de apoyo en las filas del peronismo generó un notable vacío en la sesión.
La interna peronista fue evidente con la ausencia de ocho legisladores de UP, quienes dejaron sin efecto la convocatoria liderada por Germán Martínez. El diputado Christian "Chipi" Castillo ironizó sobre la situación, aludiendo a una falta de unidad en el bloque opositor.
Martínez intentó evitar las fugas convocando a una reunión de emergencia. Sin embargo, sus esfuerzos resultaron insuficientes, y diputados del propio bloque peronista apoyaron al gobierno. Legisladores de Catamarca, Jujuy y Chubut se ausentaron, sumando a la división interna.
El bloque se encuentra además afectado por disputas sobre la conducción del PJ, luego de que Cristina Kirchner asumiera la presidencia del partido. Diputados leales a Ricardo Quintela han expresado descontento, complicando la cohesión en un momento crítico para la oposición.
Ante la falta de quórum, Martínez debió prorrogar la sesión al 21 de noviembre, decisión que generó críticas desde su propio bloque y entre aliados. Legisladores como Cristian Ritondo manifestaron su descontento, señalando que el bloque se encontraba en una profunda crisis.
El intento por limitar el uso de DNU y anular el canje de deuda de Caputo sigue pendiente. La falta de unidad en el peronismo y la influencia de sectores aliados al gobierno han debilitado la oposición en una coyuntura de alto impacto político.
