A menos de tres años para las elecciones provinciales, la sucesión de Axel Kicillof ya es un tema candente en la política bonaerense. Si bien el gobernador bonaerense mantiene un enfoque firme en la gestión provincial, no deja de proyectarse hacia el 2027, año en que podría protagonizar un salto hacia la arena nacional, en su afán de convertirse en un candidato presidencial. Sin embargo, su creciente perfil a nivel nacional, acompañado de movimientos estratégicos recientes, ha abierto la puerta a un abanico de jefes comunales que ya afinan sus propuestas con el ojo puesto en la sucesión gubernamental.
Kicillof, que se prepara para seguir consolidando su figura política, ha tenido que lidiar con tensiones internas que no solo afectan al peronismo, sino también a su propia figura como líder. En la reciente reunión de Unión por la Patria, en la que participaron Cristina Fernández, Máximo Kirchner y Sergio Massa, se puso de manifiesto que el camino hacia la sucesión presidencial es todo menos sencillo. El gobernador bonaerense, sin embargo, sigue demostrando que está dispuesto a jugar fuerte, con propuestas que van desde la administración de Aerolíneas Argentinas hasta la creación de la "CONADI bonaerense", destacando su interés en el fortalecimiento del rol del Estado y la memoria histórica.
Con su mirada puesta en la política nacional, Kicillof ha dejado en claro que no volverá a postularse en la Provincia. Este vacío de poder ha generado una competencia voraz entre varios intendentes que ya se posicionan como los posibles sucesores. El caso más emblemático es el de Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes y referente de La Cámpora, quien ha mostrado en los últimos meses sus diferencias con el gobernador. Mendoza, alineada con la figura de Cristina Fernández de Kirchner, se ve como una contendiente firme que luchará por erigirse como la cabeza del peronismo bonaerense.
Por otro lado, Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, sigue siendo uno de los principales aliados de Kicillof dentro del peronismo. Ferraresi, con un perfil más moderado, no oculta sus ambiciones y busca consolidarse como una opción de continuidad en la Provincia, defendiendo el liderazgo del gobernador con constantes visitas a territorios ajenos a su núcleo político.
Además de los mencionados, otros intendentes buscan subirse a la carrera hacia la Casa de Gobierno. Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría y expresidente del PJ bonaerense, ha comenzado a recorrer la provincia con un mensaje claro: se presenta como una alternativa al actual liderazgo, particularmente frente a La Cámpora y los sectores más alineados con la gestión nacional. Gray apuesta a un peronismo "puro", con énfasis en el trabajo en conjunto con los sectores productivos y sociales. Su crítica a la gestión Kicillof, que tilda de alejada de la realidad del interior bonaerense, le ha valido el apoyo de diversos actores provinciales que ven en su discurso una vía para el cambio.
Por otro lado, Mariel Fernández, intendenta de Moreno, también se perfila como una opción relevante. Apoyada por el movimiento Evita y con el respaldo de Máximo Kirchner, Fernández ha consolidado su liderazgo en la región del oeste bonaerense, un bastión clave para la estrategia provincial del kirchnerismo. Su participación en reuniones clave con figuras del oficialismo demuestra su creciente peso político.
No todo se limita al oficialismo. En el campo de la oposición, especialmente en el conurbano, también surgen figuras que aspiran a reemplazar a Kicillof. Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, ha sido claro en su intención de competir por la gobernación. Su cercanía al PRO y su relación con Patricia Bullrich y Javier Milei lo posicionan como un contendiente que buscará un perfil opositor, aunque la incógnita sigue siendo desde qué espacio político se lanzará a la contienda.
En tanto, Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata, se muestra firme dentro de la órbita macrista y planea un salto hacia la gobernación. Con una campaña centrada en la seguridad y una gestión de perfil municipal, Montenegro busca dar el salto a un nivel provincial con una agenda que combine su experiencia local con propuestas para toda la Provincia.
Con más de dos años por delante, la sucesión de Kicillof ya empieza a calentarse. En un escenario de intensas luchas internas dentro del peronismo y con la oposición buscando posicionar sus propias figuras, la Provincia de Buenos Aires se prepara para una de las contiendas más complejas de su historia reciente. Mientras tanto, Kicillof continúa con su proyecto nacional, pero sabe que la clave para sus aspiraciones de 2027 pasa por tener un control estratégico en las elecciones de 2025.