Las agencias de seguridad de Israel han publicado los interrogatorios a siete terroristas de Hamas capturados tras los violentos ataques del 7 de octubre en el sur del país. Estos interrogatorios revelan detalles impactantes sobre sus planes, en los que admiten haber recibido órdenes de altos mandos de la organización para asesinar civiles.
En estas confesiones, los terroristas proporcionan sus nombres y se identifican como miembros de Hamas. Reconocen que su misión era "matar a los hombres y capturar a las mujeres, los ancianos y los niños". También admiten que sabían que sus misiones implicarían matar a civiles inocentes.
Los interrogados revelan que uno de sus objetivos era "conquistar" los kibutzim, comunidades agrícolas en Israel, que asaltaron con la intención de "establecerse allí". Sus indicaciones incluían "infiltrarse" en estas comunidades para "limpiar las casas".
Un terrorista incluso detalla cómo llevaron a cabo el asalto a una casa. "Había una mujer. Hamzen (miembro de Hamas) disparó a la puerta de la casa. La vi en el suelo a la mujer, pero no me acerqué a ella. Su perro salió a la calle. Le disparé". Luego, admite haber asesinado a una persona en el jardín de la casa, a pesar de que la víctima no estaba armada.
Estos terroristas también indican que los altos mandos de Hamas les prometieron diez mil dólares y un apartamento por cada rehén que llevaran a Gaza. "Limpien las casas y secuestren a todos los que puedan", era la directiva dada.
Este revelador testimonio arroja luz sobre las tácticas brutales y mortales de Hamas y sus objetivos de secuestro y asesinato de civiles israelíes. La comunidad internacional condena estas acciones como actos de terrorismo, y estas confesiones subrayan la importancia de abordar estos desafíos en la búsqueda de una paz duradera en la región.