Israel deportó este viernes a 700 trabajadores palestinos de Gaza que se encontraban en territorio israelí al estallar la guerra con Hamás el pasado 7 de octubre.
Los trabajadores, que tenían permiso para trabajar en Israel, denunciaron haber sido maltratados y humillados por las autoridades israelíes durante su detención.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó su "profunda preocupación" por la deportación, que consideró un "acto ilegal de venganza".