La tensión interna en el peronismo se intensifica con la llegada de 2025. Axel Kicillof, Gobernador de la provincia de Buenos Aires, debe tomar decisiones cruciales que definan su proyección a las elecciones de 2027. El clima político se complejiza con la aprobación de la Boleta Única de Papel a nivel nacional, lo que coloca a la provincia en el centro de la discusión. Los jefes comunales esperan definiciones rápidas sobre el calendario electoral y las reformas necesarias.
Dentro del peronismo, la relación de Kicillof con La Cámpora y Cristina Fernández de Kirchner se encuentra en un punto de quiebre. La presión de los intendentes y del kicillofismo exige una estrategia más clara para las elecciones. La reforma electoral y la posibilidad de un desdoblamiento del calendario electoral en la provincia son dos temas clave. El Gobernador enfrenta la demanda de establecer una hoja de ruta que favorezca la unidad y fortalezca su liderazgo.
Los jefes comunales del peronismo de la provincia de Buenos Aires discuten la posibilidad de modificar el calendario electoral para anticipar las elecciones. La reforma electoral, incluyendo la eliminación de las PASO, se presenta como una opción cada vez más popular. Sin embargo, esta medida no cuenta con el consenso mayoritario dentro del kicillofismo. A pesar de esto, los intendentes presionan por una mayor autonomía en la toma de decisiones para las listas.
La crítica más fuerte hacia Kicillof proviene de La Cámpora, que cuestiona su capacidad de liderazgo. Sin embargo, varios intendentes del conurbano consideran que el Gobernador ha logrado consolidar su rol de conductor. En una reciente cumbre, Kicillof mostró una postura firme al encabezar las discusiones y promover la unidad del peronismo en la provincia. Esta muestra de liderazgo es clave para su posicionamiento hacia las futuras elecciones.
La relación entre Kicillof y Cristina Fernández es uno de los mayores obstáculos para el Gobernador. La centralidad de Cristina en la política nacional y su enfrentamiento con el gobierno de Javier Milei dificultan cualquier intento de diferenciación por parte de Kicillof. Sin embargo, su rol en las futuras elecciones, especialmente en 2027, podría verse fortalecido si logra mantener una postura firme ante las tensiones internas.
A medida que se acercan las elecciones legislativas de 2025, Kicillof deberá navegar las aguas turbulentas del kirchnerismo y del peronismo. Las tensiones internas, las demandas de los intendentes y la presión de La Cámpora podrían marcar el futuro político del Gobernador. Sin embargo, su liderazgo sigue consolidándose en la provincia, mientras se prepara para una disputa clave en 2027.