Leonardo Cositorto vuelve a estar en el centro de la controversia al anunciar su intención de postularse como candidato a diputado en 2025, sumando un capítulo más a la saga de Generación Zoe, el polémico “multiverso” de criptomonedas y “coaching” que ha dejado Múltiple estafados. En una entrevista reciente con LN+, Cositorto, quien se presenta como líder espiritual, reveló que desea ser asesor ad honorem para el gobierno de Javier Milei y destacó su disposición para contribuir con la gestión de La Libertad Avanza. Sin embargo, confesó que aún no ha recibido respuesta a su ofrecimiento, motivo que lo ha llevado a explorar su propio camino político.

Este intento de incursionar en la política parece estar orientado a buscar legitimidad pública y ganar visibilidad ante su caso judicial, donde se enfrenta a cargos de estafa piramidal que han socavado su imagen en el país. Cositorto incluso comparó su situación con la de figuras políticas como Cristina Kirchner, afirmando: “Si Cristina puede ser candidata con condena, yo también puedo presentarme”. Esta declaración, cargada de provocación, no solo subestima las serias acusaciones en su contra, sino que también intenta insertarlo en un discurso de “persecución política” que otros referentes han usado en su defensa.

Más allá de las justificaciones, resulta cuestionable la postura de Cositorto al posicionarse como “la voz del pueblo”. Su historial en Generación Zoe ha dejado cientos de personas afectadas, y su autodenominación como salvador de “la sociedad” podría interpretarse más como un intento de redimir su imagen que como una genuina vocación política. Por otro lado, el líder afirma que su interés no es el salario de diputado, sino “otro objetivo” que, aunque no específico, apunta a una aparente estrategia de reinvención pública.

Finalmente, Cositorto adelantó que su postulación podría ser por Córdoba o Buenos Aires, dependiendo de las alianzas políticas que concretan. Aseguró que ya cuenta con un partido propio llamado “Despierta” y que su candidatura dependerá de las oportunidades que se presenten. Sin embargo, su papel en la política plantea interrogantes: ¿será aceptado por el electorado o su historia de estafa le jugará en contra?