Sergio Massa se cansó de las eternas demoras en activar el financiamiento chino de las dos represas de Santa Cruz y resolvió quitarle el tema a Leandro Gorgal y pasárselo a Marco Lavagna, uno de sus hombres de mayor confianza.
Gorgal viene de la gestión de Béliz que se caracterizó por un obstruccionismo militante de todos los acuerdos firmados con China. Una política muy contradictoria con la reciente adhesión de la Argentina a la mega iniciativa de la nueva Ruta de la Seda que lanzó la potencia asiática para financiar obras de infraestrucutura crítica en los países con los que mantiene relaciones comerciales.
Pero además, la activación del acuerdo para financiar las represas le permitiría al país empezar a recibir los 4.100 millones de dólares comprometidos, una ayuda importante para fortalecer las reservas del Central.
LPO reveló la semana pasada en exclusiva, que Gorgal pese a que había intentado acomodarse a los nuevos vientos del massismo tras la renuncia de Béliz, seguía siendo observado como un funcionario que trababa el entendimiento con China. De hecho, ni siquiera quería viajar a la potencia asiática, como le habían sugerido.
Como sea, las dificultades de estas obras no son nuevas. El caso de las represas de Santa Cruz es una historia tortuosa. La licitación para su construcción fue adjudicada en el 2015 a la UTE conformada por Electroingeniería e Hidrocuyo de capitales nacionales junto a la china Gezhouba, financiada por los bancos estatales del gigante asiático. En julio de ese año se iniciaron las obras, consigno el portal dataclave.
Gorgal pese a que había intentado acomodarse a los nuevos vientos del massismo tras la renuncia de Béliz, seguía siendo observado como un funcionario que trababa el entendimiento con China. De hecho, ni siquiera quería viajar a la potencia asiática, como le habían sugerido.
Meses después cuando asumió el gobierno Macri, congeló la obra y luego con la asunción de Alberto Fernández fue su jefe de asesores quien trabó el financiamiento chino. Con la salida de Béliz y Martín Guzmán, fue Silvina Batakis quien en su último día a cargo del Ministerio de Economía, viajó a Río Gallegos para firmar un contrato central que permitió reanudar las conversaciones para que se retomen los trabajos.
Desde que las negociaciones con los chinos entraron en pausa, el Gobierno puso 500 millones de dólares del Tesoro para mantener la obra activa, pero ante el ajuste en marcha se agotaron los fondos.
Ambas represas tienen un costo total de 4100 millones de dólares. Se estima que la construcción estará finalizada en el 2027. El avance de obra actual refleja un 35,4% de la construcción en el caso de la represa Gobernador Jorge Cepernic y del 22,8% en la represa Presidente Néstor Kirchner.
"El financiamiento está garantizado, falta que el gobierno se proponga readecuar los contratos para que envíen los fondos. Si todavía no lo hizo es porque hay funcionarios alineados con la política de Estados Unidos que no quieren a China", afirmó una fuente al tanto de las negociaciones.
En efecto, hasta ahora la sombra de Béliz siguió sobrevolando el tema. Hace una semana, Gorgal encabezó un zoom con autoridades chinas supuestamente para destrabar el financiamiento. Pero un directivo involucrado en la obra afirmó a LPO que las negociaciones venían "lentas".
Según la fuente consultada la demora del gobierno en firmar de la adenda del contrato con China para que destrabe el crédito pone en riesgo tres mil puestos laborales. "Una delegación argentina debería viajar este mismo mes para terminar de destrabar la situación", afirmó el directivo.
Ante este reclamo, desde la oficina de Gorgal minimizaron la urgencia. "Para poder firmar la adenda contractual y que lleguen los recursos chinos se requieren condiciones previas en las que estamos avanzando", explicaron la semana pasada a LPO desde el entorno del funcionario. La actitud no cayó bien.
Hasta ahora el funcionario puesto por Béliz no tenía diálogo con el embajador argentino en China. Con nuestras diferencias, lo que ve Sergio es que Argentina necesita fortalecer reservas y China es un socio estratégico en ese sentido.
Ahora, la decisión fue desplazar a Leandro Gorgal como el hombre a cargo de las negociaciones. En su lugar entra Marco Lavagna.
"Marco ocupó una silla que estaba vacía. Hasta ahora el funcionario puesto por Béliz no tenía diálogo con el embajador argentino en China. Con nuestras diferencias, lo que ve Sergio es que Argentina necesita fortalecer reservas y China es un socio estratégico en ese sentido. Por eso el fortalecimiento del diálogo para la ejecución de los proyectos y su financiamiento es un paso fundamental" explicó una fuente del equipo económico que agregó "Lavagna es un excelente interlocutor para lograr esos objetivos".
Otro de los temas que negocia Lavagna con China es la ampliación del swap y la llegada de Derechos Especiales de Giro (DEG) para sumar reservas al Banco Central. Argentina se siente "respaldada" por China en las negociaciones en el FMI. La expectativa oficial es que antes de fin de año se pueda negociar un nuevo tramo del swap con China. La discusión inicial era si se pedía la ampliación o un porcentaje del uso del swap, porque serían dos dinámicas distintas. Según comentaron a este diario, la discusión quedó encaminada hacia la ampliación, en la que también trabaja el titular del Banco Central, Miguel Pesce.
Otro de los temas que podría implicar una importante entrada de dólares es la construcción de Atucha III, con un crédito superior a los 8.000 millones de dólares. Aunque el contrato comercial ya está firmado, "falta la parte más compleja", que es el contrato financiero, comentaron fuentes oficiales. Si bien en el Gobierno no dan este proyecto por "caído", si reconocen que va a llevar tiempo destrabarlo.