VISIÓN POLÍTICA

Cristina Kirchner volvió a hacer ruido en redes sociales, publicando un documento sobre la economía bimonetaria en un momento crítico para el peronismo, que se encuentra dividido y paralizado frente a varias denuncias de corrupción. Entre los temas que han generado tensión está el caso de la merluza y la vigencia del DNU 70.

En este escenario, su regreso está ligado a las inquietudes de su base política, dividida entre quienes quieren impulsar al gobernador Axel Kicillof como el próximo candidato presidencial y los seguidores de Máximo Kirchner, líder de La Cámpora, que no ven con buenos ojos esa decisión.

La ex presidenta ha vuelto a marcar la agenda con un mensaje directo a la dirigencia del peronismo: "ordenar las nuevas demandas para alinear pensamiento, palabra y acción". Este comentario, para muchos, recuerda las "nuevas melodías" que Kicillof reclamaba durante su campaña, evitando conflictos internos.

La aparición de Cristina se produce justo cuando el equipo del Cuervo Larroque, ministro de Desarrollo de la Provincia de Buenos Aires, comienza a extender su influencia en otras provincias, con el objetivo de proyectar a Kicillof a nivel nacional.

Por otro lado, el regreso de Cristina con tuits críticos hacia figuras como Victoria Villarruel y acusaciones a Javier Milei de "boludear en redes", refleja su intención de frenar la dispersión en su espacio político y aliviar las tensiones entre Máximo Kirchner y Kicillof. Quienes están cerca de ella aseguran que en privado reconoce la crisis de liderazgo en su sector, y que su reciente intervención busca resolver estas diferencias.

Sin embargo, desde el Instituto Patria, señalaron que "ella está por encima de las internas". Según fuentes, el verdadero mensaje es: "Señores, la discusión no es entre nosotros, es contra el modelo de Milei". Su intención es renovar las formas de hacer política para ganar las elecciones, apuntaron.

Pero la realidad es que la lucha interna ya ha comenzado, y es un aspecto inevitable de la oferta electoral del peronismo para 2025. La distancia con la conducción de Máximo Kirchner se ha hecho evidente, con la pérdida de varios referentes, como la legisladora porteña Berenice Iañez, y un grupo de comuneros, encabezados por Pablo Ortíz Maldonado y Victoria Colombo, que han dejado la agrupación, descontentos con el liderazgo de La Cámpora.

La tensión dentro del espacio también se siente en el Congreso, donde los debates suelen convertirse en disputas internas. Algunos legisladores ven en Axel Kicillof la figura clave para definir el rumbo, aunque es evidente que el gobernador no puede tomar decisiones que lo enfrenten directamente con Cristina.

El dilema es complejo: si Cristina decide postularse como candidata a diputada, podría complicar las aspiraciones de Kicillof, quien necesita controlar las listas bonaerenses para asegurar su futuro político. Mientras tanto, algunos sectores del kirchnerismo ya están activando el "operativo clamor" para que Cristina vuelva a jugar un rol protagónico en 2025.