El enfrentamiento entre Ricardo Quintela y Cristina Kirchner por la conducción del Partido Justicialista se perfila como una elección histórica. Mientras Quintela ha manifestado desde hace meses su intención de liderar el peronismo, la figura de Cristina apareció tras el respaldo de la dirigencia kirchnerista y fue consolidada en los encuentros del PJ Bonaerense bajo la conducción de Máximo Kirchner. A pesar de la carta pública de la expresidenta confirmando su candidatura, Quintela no ha dado un paso atrás, demostrando su convicción de desafiar a una de los líderes más influyentes del peronismo.

El apoyo a Cristina Kirchner no ha sido menor. Siete jefes comunales se sumaron a su lista, entre ellos, Leo Nardini de Malvinas Argentinas, Mayra Mendoza de Quilmes y Federico Susbielles de Bahía Blanca. Este último, además de ser un ferviente defensor de la candidatura de Cristina, ha planteado una crítica clara sobre el estado actual del PJ.

Susbielles dejó en claro que la conducción del PJ necesita un reordenamiento urgente. En sus palabras, "hay un divorcio evidente entre la agenda de la ciudadanía y lo que el partido está ofreciendo". Bajo esta premisa, es categórico al afirmar que Cristina Kirchner es la persona mejor preparada para liderar este proceso, debido a su experiencia como dos veces presidenta y su capacidad de liderazgo.

Este tipo de declaraciones no solo posicionan a Susbielles en el núcleo del kirchnerismo, sino que también exponen una problemática interna: la desconexión entre el partido y la sociedad. Aunque se habla de renovación, el kirchnerismo plantea que la solución está en manos de quienes ya han liderado el país, como Cristina, quien goza de una fuerte legitimidad dentro del espacio. Quintela, por otro lado, propone una alternativa que desafía esta visión y busca representar un peronismo renovado.

La crítica de Susbielles no se limita a la conducción partidaria, sino que se extiende a la falta de coherencia entre las promesas electorales y las acciones de los legisladores peronistas. "Es lamentable ver cómo algunos legisladores terminan apoyando medidas que claramente van en contra de los intereses del pueblo", asegura, haciendo referencia a votaciones controvertidas en el Congreso, como el veto a la mejora de los salarios jubilatorios o el presupuesto universitario.

Esta postura crítica sobre la falta de conexión entre los dirigentes y las demandas populares se convierte en un punto de inflexión para el PJ. La elección que se avecina no solo definirá a su próximo líder, sino también el rumbo del partido y su capacidad de representar de manera efectiva a su base electoral.