Los gobiernos de Austria, Polonia y la República Checa anunciaron la implementación de controles aleatorios en sus pasos fronterizos con Eslovaquia, con el objetivo de limitar el flujo de inmigrantes irregulares y el tráfico de personas.
En respuesta a esta medida, la policía checa llevó a cabo una exitosa interceptación de una furgoneta que transportaba a 19 migrantes, incluyendo 16 hombres y 3 niños, provenientes de Siria. El vehículo tenía matrícula polaca, y aunque el conductor y el contrabandista lograron escapar en un bosque cercano, las autoridades siguen buscándolos.
Los controles, que comenzaron a medianoche, se extenderán por al menos 9 días, y su prolongación dependerá de la evolución de la situación. Estos se enfocan principalmente en vehículos preseleccionados y cuentan con la colaboración del Servicio de Policía Exterior, dedicada a combatir e identificar a los contrabandistas.
Además de los grandes pasos fronterizos, los agentes de policía también realizan controles sorpresa en pasos más pequeños y en trenes que llegan a la República Checa desde Eslovaquia. La medida busca fortalecer la seguridad fronteriza y prevenir el tráfico ilegal de personas en la región.