Sergio Massa fue contundente en su postura sobre la interna del peronismo. A un dirigente bonaerense que lo visitó en sus oficinas de Avenida Libertador, le dejó claro que no se involucrará en los conflictos entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof. Según Massa, el Frente Renovador no será mediador ni intermediario de disputas internas dentro del peronismo.
El líder del Frente Renovador no ve la necesidad de crear mesas políticas ni acuerdos tripartitos con la ex presidenta y el gobernador bonaerense. Para Massa, las diferencias dentro del peronismo deben resolverse internamente, sin necesidad de filtraciones públicas o mensajes en redes sociales que solo profundizan la fractura del espacio.
Massa se mostró crítico de los dirigentes que alimentan la disputa entre La Cámpora y Kicillof. Asegura que este enfrentamiento ha debilitado al gobernador bonaerense, quien, según él, ha caído en las encuestas debido a la conflictividad interna. Massa advierte que, si la interna continúa, el peronismo perderá tiempo valioso que podría utilizarse para reorganizarse frente a las elecciones.
El ex ministro subrayó que, en caso de que el peronismo tenga dos listas en la provincia de Buenos Aires, podría plantear una tercera opción. Esto refleja su malestar con la fragmentación del espacio político y su preocupación por las futuras perspectivas electorales.
Massa también expresó su desinterés por regresar a la escena pública a corto plazo. En lugar de protagonismo, ha optado por escuchar a dirigentes locales, empresarios y jóvenes. Su enfoque está en comprender las necesidades de la sociedad y diseñar un nuevo proyecto político y económico, pero sin apresurarse a hacer anuncios prematuros.
En paralelo, Massa reflexiona sobre el modelo económico de Donald Trump y su impacto en la Argentina. A través de su perfil bajo, sigue trabajando en el fortalecimiento de su liderazgo sin generar conflictos internos, mientras espera que el momento adecuado llegue para definir su participación en el futuro político del país.