La reciente intervención de Sergio Massa en la reunión del PJ bonaerense en Moreno marcó un hito en su relación con la estructura partidaria provincial y nacional. Allí, el líder del Frente Renovador revivió la “teoría del chico atado al bote”, una metáfora con raíces en el peronismo de Eduardo Duhalde que resalta la prioridad de proteger la provincia de Buenos Aires, incluso a costa de proyectos nacionales.

Massa destacó que su candidatura presidencial sirvió como escudo para evitar el colapso de un gobierno peronista, recordando la conversación que mantuvo con Cristina Kirchner, donde se le urgió asumir el Ministerio de Economía para evitar una crisis similar a la del 2001. Este mensaje también fue dirigido indirectamente a Axel Kicillof, insinuando que su gestión como gobernador debía alinearse más con los intereses nacionales del peronismo.

En paralelo, Massa abogó por la unidad partidaria, subrayando que las tensiones internas deben resolverse dentro del movimiento y no en los medios. Esto coincide con los reclamos de figuras como Andrés "Cuervo" Larroque, quien pidió mayor respaldo explícito al gobierno bonaerense desde el PJ nacional. Sin embargo, las diferencias entre las distintas facciones del partido, como el massismo y La Cámpora, persisten, aunque algunos avances legislativos han logrado acuerdos mínimos en la provincia?.

Por otro lado, Massa propuso realizar las elecciones provinciales de manera concurrente con las nacionales, permitiendo a los bonaerenses elegir con sistemas de boleta única y partidaria tradicional. Este planteo refleja su interés en reforzar la transparencia electoral y garantizar la máxima participación ciudadana?.

El discurso de Massa también resalta un intento de reconfigurar su liderazgo en el PJ, después de años de distanciamiento. Su participación en este tipo de encuentros busca no solo consolidar alianzas internas, sino también posicionarse como un referente nacional capaz de unir al peronismo frente a los desafíos del 2025?.

Con este panorama, el PJ bonaerense enfrenta el desafío de superar diferencias internas y retomar el liderazgo histórico que siempre tuvo en el movimiento nacional, algo que Massa parece estar dispuesto a encabezar, apelando a la memoria colectiva y a estrategias pragmáticas