En uno de los peores ataques registrados en Siria, un ataque con drones explosivos ha dejado al menos 110 personas muertas y 120 heridas durante una ceremonia de graduación en una academia militar en la ciudad de Homs, en el oeste del país. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha informado sobre esta trágica situación.
El gobierno del presidente Bashar Al-Asad atribuye la responsabilidad del ataque a "organizaciones terroristas apoyadas por partes internacionales" y ha tomado en medidas de represalia. En respuesta, el ejército ha llevado a cabo bombardeos en la provincia controlada por la oposición de Idlib, resultando en la muerte de 8 personas, incluidos varios niños, y al menos 30 heridos, según el OSDH.
El enviado especial de la ONU en Siria, Geir Pedersen, ha expresado su preocupación y ha destacado que estos ataques subrayan la insostenibilidad del estado actual del país. La situación en Siria sigue siendo altamente volátil y preocupante, con un alto costo humano en medio de la violencia continua en la región.