Ayer, entre las nueve y las diez de la mañana, el secretario privado de Cristina Kirchner contactó a uno de los secretarios de Ricardo Quintela para transmitir un mensaje urgente: la ex presidenta deseaba hablar con él sobre las elecciones en el PJ Nacional. Sin embargo, el gobernador de La Rioja nunca devolvió la llamada ni envió un mensaje, actuando como si nada hubiera sucedido, lo que generó la ira de Kirchner. Desde el Instituto Patria, se aseguró: “Es un mentiroso. No cumple nada de lo que dice”.

El descontento se origina en la promesa de Quintela de renunciar a la gobernación si Javier Milei ganaba las elecciones, un compromiso que nunca cumplió. Además, había comunicado en privado a varios interlocutores que, si Cristina se postulaba, se retiraría de la contienda para respetar su investidura presidencial. Sin embargo, Quintela está decidido a competir, desafiando las expectativas de unidad.

“Él nunca llamó a Cristina y, cuando ella lo hizo, no respondió. Es una falta de respeto. Parece que no quiere la unidad”, afirmaron fuentes cercanas a la ex mandataria. Molesta, Cristina envió un mensaje claro: si Quintela desea competir, que compita. Ella está convencida de que triunfará en las urnas. El plazo para cerrar las listas de candidatos es el 19 de octubre, por lo que todavía hay tiempo para alcanzar un acuerdo.

En el Instituto Patria, la sorpresa es palpable ante el cambio de postura de Quintela, quien se sintió ignorado al enterarse de la candidatura de Cristina a través de las redes sociales, sin previo aviso, a pesar de ser el único candidato en activo que estaba recorriendo el país buscando apoyo.

Quintela estuvo presente en un acto en Avellaneda, donde recibió respaldo del intendente Jorge Ferraresi. En diversas reuniones, varios dirigentes y militantes le pidieron que mantenga su candidatura y compita contra la ex jefa de Estado. “Es el momento”, le insistieron, y el riojano comienza a convencerse de que debe dar la pelea electoral.

En el Instituto Patria, observan una conexión entre la postura de Quintela y la estrategia política de Axel Kicillof. Están convencidos de que ambos buscan confrontar a Cristina Kirchner, evidenciando una creciente rebelión contra su liderazgo.

El silencio del gobernador bonaerense envía un mensaje claro al interior del PJ: no apoya la candidatura de Cristina. “Si no se expresa a favor de quien lo llevó hasta donde está, es porque respalda a la otra candidatura”, señalaron fuentes cercanas a la ex presidenta.

Además, se percibe que Quintela está replicando el modus operandi que La Cámpora critica como parte de su estrategia para distanciarse de la líder kirchnerista: “Él guarda silencio mientras sus allegados hablan”, apuntaron, refiriéndose a Andrés “Cuervo” Larroque y Jorge Ferraresi, quienes están detrás de la candidatura de Quintela y del conflicto con Máximo Kirchner.

“Cristina dice que está dispuesta a ser candidata de la unidad. Si parece que no hay unidad, se podría suponer que no se presentará”, reflexionó un dirigente que trabaja en la estructura política de Quintela, lo que muestra que la lucha por la presidencia del PJ Nacional está lejos de resolverse.

Las próximas horas serán decisivas para una posible negociación entre CFK y Quintela. La ex vicepresidenta continúa recolectando apoyos de distintos dirigentes, mientras el riojano observa que su respaldo aumenta en los actos a los que asiste. Quizás pronto se dará cuenta de que puede desafiar a la principal figura del peronismo, enfrentándola mano a mano por la presidencia del partido.