Alberto Fernández confirmó la presencia a la Cumbre de las Américas que se realizará en Los Ángeles entre el 6 y el 10 de junio. Lo hizo luego de recibir un llamado de Joe Biden en donde conversaron 25 minutos, según informaron fuentes oficiales.
Tras desactivarse la contracumbre de la Celac, se abre la puerta para un encuentro bilateral entre Alberto y Biden, en abril y finalmente se confirmó para el 25 de julio en la Casa Blanca. La decisión de Alberto deja expuesto a López Obrador que fue el primero en poner en duda su participación en el encuentro porque la Casa Blanca analiza no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La semana pasada Alberto su subió a ese posicionamiento y fue más allá: filtró la posibilidad -si finalmente participaba- de armar una contracumbre en Los Angeles, bajo el paraguas de la Celac que le toca presidir, en la que se cuestionaría la política de bloqueos y exclusiones de Estados Unidos.
En una primicia que tuvo rebote regional. Ante el enorme impacto de un plan que se venia manejando de manera reservada por la cancillería argentina, López Obrador eligió en la mañana de este miércoles tomar distancia de la idea por la habitual vía que usan los políticos de "culpar" al periodismo. Pero fue clara la intención política de exponer a Alberto como el ideólogo de esa movida. La respuesta pareció llegar esta noche, en la confirmación de Alberto de su viaje a Los Angeles.
En ese sentido, en una conferencia de prensa brindada por Juan González, director senior para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional y Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental en donde evitaron pronunciarse sobre las exclusiones.
Aún no tenemos consideraciones finales. Pero informaremos públicamente pronto sobre la lista final de invitados. Nos parece importante para nosotros porqué nos estamos juntando, y ese es el foco. No nos enfocamos en el quién o a quienes invitaremos, sino en lo que queremos lograr en la reunión (González)
"Tuvimos una buena y respetuosa conversación con México y el presidente de México pidió que Cuba esté en la reunión. Y el enfoque que tuvimos fue hablar con los líderes de la región, con México, pero... como dije, estamos teniendo consideraciones finales", insistió.
"¿Es una distracción de la cumbre? No creo. Es difícil confirmar algo hasta que sucede. Pero creemos que la cumbre tendrá una muy buena concurrencia. Nuestra relación con México sigue siendo positiva y el presidente López Obrador y Biden tienen un vínculo personal. Estamos para enfrentar desafíos económicos post pandemia que enfrenta la región", añadió en relación a lo expuesto que quedó AMLO tras quedar en soledad y sin confirmar la presencia.
La ambigüedad de la respuesta de González, la marcha atrás con la contracumbre y el ruido de la previa le dan fuerza a la teoría de que la Casa Blanca podría invitar los cancilleres de Venezuela y Cuba. Fuentes en Washington plantearon que "la clave con Venezuela es que no inviten a Nicolás Maduro ni a Juan Guaidó".