La Confederación de Veteranos de Guerra de Malvinas, la organización de excombatientes más grande del país, ha presentado una denuncia penal contra Diana Mondino, funcionaria del gobierno de Javier Milei, por "incumplimiento de los deberes de funcionario público". La denuncia surge en un contexto de creciente descontento con la Cancillería, que según los veteranos, ha adoptado una postura más blanda en el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas.

La acusación, firmada por Ramón Cayetano Robles, excombatiente de la Confederación, señala que los hechos podrían constituir delitos de violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y traición a la patria, conforme a los artículos 248 y 214 del Código Penal. Estos delitos podrían ser castigados con penas de reclusión de diez a veinticinco años o incluso cadena perpetua.

Uno de los puntos más críticos de la denuncia es el supuesto atentado contra la seguridad nacional, ya que, según el documento, "todo argentino que tomare las armas contra la nación o prestare ayuda a sus enemigos" podría enfrentar duras penas, incluyendo inhabilitación absoluta perpetua.

Además, esta presentación judicial está acompañada por otro hecho significativo: la renuncia de Adolfo Scheweighofer al Consejo por Malvinas. Scheweighofer, también excombatiente y representante de los veteranos en el Consejo, renunció en desacuerdo con la gestión de Mondino y la Secretaria de Malvinas, Paola Di Chiaro, quienes, según él, están involucradas en "compromisos antipatrióticos".

El Consejo de Malvinas, creado por ley y dependiente de la Cancillería, tiene la tarea de coordinar el consenso en torno a la causa Malvinas. Sin embargo, los denunciantes afirman que esta función ha sido desvirtuada bajo la actual gestión, alineada con políticas de acercamiento al Reino Unido que han provocado la indignación de los veteranos y otros actores políticos.

A esto se suma el malestar generado por la posible negociación inspirada en la devolución del territorio de Chagos a Isla Mauricio por parte del Reino Unido, que ha entusiasmado a Mondino, así como la ofensiva del gobierno contra la Agenda 2030 y su alineamiento con Israel. Estos movimientos, según fuentes diplomáticas, están debilitando el apoyo internacional a la causa Malvinas en el Comité de Descolonización de la ONU.