¿Qué pasa en el conurbano si Axel Kicillof va solo a elecciones? La pregunta empezó a girar fuerte desde que el gobernador bonaerense decidió desdoblar los comicios. Pero lo que parecía una jugada técnica encendió una pelea política que todavía no terminó. Y más de uno se está jugando el pellejo.
Desde ese anuncio, el peronismo quedó partido al medio. De un lado, quienes apoyan al gobernador. Del otro, los que responden a Cristina Fernández y no le perdonan la jugada en solitario. Pero lo más picante no está en La Plata ni en el Senado: está en el conurbano, donde hay más votos que en muchas provincias juntas.
De los 24 municipios que forman el conurbano, en 20 gobierna el peronismo. Hasta ahí, todo bien. Pero ahora, con las elecciones separadas de las nacionales, los intendentes quieren más juego en el armado de listas. Quieren decidir más, influir más. Y eso cambió las reglas de la interna.
Mientras la Legislatura bonaerense analiza qué hacer con el calendario electoral, ya se formaron dos bandos bien marcados. El grupo que banca a Kicillof lo integran jefes comunales como Juan José Mussi (Berazategui), Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Fernando Moreira (General San Martín). A ellos se sumaron con el tiempo Lucas Ghi, Pablo Descalzo, Andrés Watson, Mario Ishii y Mariano Cascallares. En total, son 9 intendentes que ya salieron a marcar la cancha.
Del otro lado, están los que siguen la línea de Cristina Fernández y Máximo Kirchner. Acá aparece fuerte Mayda Mendoza (Quilmes), quien lo acusó al gobernador de actuar "como un caprichoso". También están Damián Selci (Hurlingham), Julián Álvarez (Lanús), Gustavo Menéndez (Merlo), Federico Otermín (Lomas de Zamora) y Gastón Granados (Ezeiza). A estos se les suman dos jugadores clave: Mariel Fernández (Moreno), del Movimiento Evita, y Juan Andreotti (San Fernando), del massismo. También son 9.
Los dos que no juegan ni para uno ni para otro son Julio Zamora (Tigre) y Fernando Gray (Esteban Echeverría). Se mantienen al margen, pero con críticas a ambos bandos.
El desdoblamiento no es solo una cuestión de fechas. Es una disputa por el control territorial, por quién arma las listas, y por cuánta autonomía tendrán los intendentes para despegarse de los problemas nacionales. Kicillof ya firmó el decreto para separar los comicios. Pero desde el sector de Cristina Fernández buscan frenar esa decisión o, si no pueden, dar la batalla en cada sección electoral.
La pregunta que queda flotando es: ¿puede el peronismo ganar dividido? O mejor dicho: ¿quién manda en el conurbano cuando hay que juntar votos?