La amistad que forjó Belgrano y San Martín

La historia de Belgrano y San Martín está marcada por la amistad, la lucha por la independencia y una serie de desafíos que cambiaron el rumbo de Argentina.

03-02-2025 - Por Visión Política

La historia de Manuel Belgrano y José de San Martín está marcada por la amistad, la lucha por la independencia y una serie de desafíos que cambiaron el rumbo de Argentina. En este artículo te contamos cómo estos dos grandes héroes nacionales compartieron correspondencia, lucharon juntos y, pese a las diferencias en sus carreras, forjaron un destino común.


La derrota de Belgrano en Ayohuma y su necesidad de un líder


El 14 de noviembre de 1813, Manuel Belgrano sufrió una dura derrota en la batalla de Ayohuma, un golpe devastador para el Ejército del Norte. Con 300 muertos, 200 heridos y prisioneros en manos de los realistas, Belgrano se encontró frente a la realidad de un ejército desmoralizado. Fue en este momento de crisis que comenzó a escribirle a José de San Martín, a quien ya admiraba por su destreza militar.

San Martín y Belgrano | Instituto Nacional Sanmartiniano

San Martín, un hombre de 34 años y con gran experiencia en las luchas contra Napoleón en Europa, llegó a Buenos Aires en 1812, donde pronto comenzó a organizar el Regimiento de Granaderos a Caballo. Su misión en la lucha por la independencia fue clara: organizar un ejército profesional capaz de enfrentar al poder colonial. Y lo demostró en cada batalla, como en San Lorenzo en 1813.


La correspondencia que forjó una amistad


Entre 1813 y 1817, las cartas entre Belgrano y San Martín fueron constantes. En ellas, Belgrano expresaba sus dificultades como líder, las incertidumbres que tenía al mando del Ejército del Norte y su profunda admiración por San Martín, a quien consideraba un mentor. A través de las cartas, ambos hombres construyeron una relación de respeto mutuo que trascendió los simples consejos estratégicos.

Un ejemplo de esta relación lo podemos ver en una carta de Belgrano del 25 de septiembre de 1813: "¡Ay! Amigo mío. ¿Y qué concepto se ha formado usted de mí?", donde Belgrano se sinceraba sobre sus dificultades y su deseo de aprender de San Martín. En otra carta, le decía: “Nada me intimidará para seguir sirviendo, aunque sea como soldado raso”.


El encuentro decisivo


El 17 de enero de 1814, ambos patriotas se encontraron en la Posta de Algarrobos, donde San Martín asumió el mando del Ejército del Norte. Aunque la historia tradicionalmente ubicó este encuentro en la Posta de Yatasto, investigaciones recientes han demostrado que fue en Algarrobos, un lugar clave en la unión de estos dos grandes hombres de la historia argentina.


La difícil tarea de reorganizar el ejército


Cuando San Martín asumió el mando, encontró un ejército desmoralizado y mal equipado. Con su liderazgo, trabajó incansablemente para reorganizarlo. Mientras tanto, Belgrano continuó colaborando, aunque desde su propio puesto, brindando apoyo y consejo.


La despedida


A pesar de la cercanía y la cooperación, en febrero de 1814, Belgrano recibió la orden de abandonar el ejército y trasladarse a Córdoba. Fue una decisión dolorosa, tanto para él como para San Martín, quien no quería separarse de su amigo y compañero de lucha.

En su despedida, San Martín le escribió a Belgrano: “No tengo, ni he tenido, quien me ayude. Estoy solo en esta lucha”. La partida de Belgrano marcó un punto de inflexión en la historia, pero su legado, junto al de San Martín, perdura hasta el día de hoy.


La amistad que marcó la historia


La relación entre Manuel Belgrano y José de San Martín fue mucho más que la de dos compañeros de armas; fue una amistad forjada en la lucha, en el respeto mutuo y en la dedicación por la independencia de Argentina. Ambos patriotas, a pesar de sus diferencias y dificultades, supieron trabajar juntos para dar forma a una nación libre.

 

Este vínculo, entre dos de los más grandes héroes de la historia argentina, no solo fue un acto de cooperación militar, sino también un ejemplo de cómo la amistad puede ser el motor que impulsa el cambio histórico.