En la interna del Gobierno hay un quilombo silencioso que pocos se animan a contar. Todo empezó cuando Santiago Caputo vio la oportunidad perfecta para bajarle el pulgar a Demián Reidel, el asesor económico de confianza de Javier Milei. ¿El motivo? Una frase que cayó pésimo: en una reunión con empresarios en el Four Seasons, Reidel dijo —en inglés— que "el único problema de Argentina es que está llena de argentinos".

Esa frase desató una tormenta. Pero lo más picante es lo que pasó después. El primero en salir a desautorizarlo fue Gordo Dan, el jefe de los trolls que responden a Santiago Caputo. No mueven un dedo sin orden. Y cuando lo hacen, es porque alguien está en la mira.

El Gordo Dan fue clarito: "Lo mejor que tiene Argentina son los argentinos… No insultes nunca más a los argentinos", dijo, dejando en claro que el mensaje iba directo para Reidel. Y no es la primera vez que la banda de Caputo aprieta a funcionarios. La guillotina ya cayó antes: el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, y el secretario de Deportes, Julio Garro, terminaron afuera del Gobierno después de recibir palos públicos de los trolls.

La pregunta que queda flotando es: ¿va a ser el turno de Reidel? La cosa es complicada porque Demián Reidel es amigo íntimo de Javier Milei. Pasan horas y horas juntos en Olivos, reescribiendo la historia económica —según ellos— y soñando con ganar un Nobel. Pero también es cierto que ya tiene dos strikes: primero, se despegó del proyecto Libra cuando todo se prendía fuego. Segundo, la frase que soltó ahora lo dejó al borde del abismo.

Encima, hay otro frente de conflicto. Reidel tiene relación directa con Federico Sturzenegger, el ministro desregulador, que no puede ni ver a Toto Caputo, primo de Santiago. Las peleas entre esos dos bandos son cada vez más difíciles de ocultar. Para colmo, el Gordo Dan y sus trolls ya atacaron en las últimas horas a Lucas Llach, mano derecha de Sturzenegger, y al Oráculo de Trenque Lauquen, otro personaje clave en esta interna económica.

Todo esto deja un escenario de máxima tensión: de un lado, Santiago Caputo, Gordo Dan y los suyos, queriendo marcar la cancha. Del otro, Reidel, bancado por Milei, pero cada vez más solo.

La pregunta final: ¿aguantará Reidel el embate o le van a soltar la mano? En la política, cuando los trolls se activan, la cuenta regresiva ya empezó.