La visita de Patricia Bullrich y Luis Petri a Bahía Blanca se convirtió en un escándalo cuando vecinos afectados por las inundaciones los expulsaron entre gritos y recriminaciones. Lo que empezó como un recorrido por la zona afectada terminó con insultos, empujones y una salida apresurada en camioneta, escoltados por la Policía Federal.
La indignación de los bahienses explotó cuando vieron que la ministra y el funcionario llegaron, recorrieron brevemente el lugar y se retiraron rápido. "Perdimos todo, hija de puta. Volvete a pie, mojate los zapatos aunque sea", le gritó un vecino a Bullrich, mientras otro agregó: "No le tires agua, ella necesita vino".
El enojo escaló cuando los manifestantes intentaron acercarse, lo que obligó a la ministra a huir rodeada por agentes de la Policía Federal y la Prefectura. Petri, por su parte, intentó mantenerse al margen, pero también fue blanco de reproches.
Los funcionarios lograron subirse a una 4x4 blanca, pero antes de que el vehículo arrancara, los vecinos golpearon la camioneta en una clara demostración de su bronca. La situación se había vuelto insostenible.
El temporal golpeó con fuerza Ingeniero White, provocó destrozos, dejó calles anegadas y familias angustiadas. Con @luispetri fuimos los primeros en llegar para acercar soluciones y contener a los vecinos. Estamos trabajando para que los alimentos y el agua lleguen de manera… pic.twitter.com/IuYWTWpbsA
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) March 8, 2025
El enojo en Bahía Blanca venía en aumento. El gobierno nacional tardó en enviar ayuda a la ciudad, pese a que sufrió una de las peores catástrofes de su historia. Hasta el piloto de Fórmula 1, Franco Colapinto, se hizo eco de la situación, compartiendo en redes un mensaje que le recordaba al presidente Javier Milei que "Bahía Blanca queda en la Argentina".
Finalmente, este sábado el Gobierno anunció la liberación de fondos para asistir a la ciudad, en un intento de calmar la crisis. Sin embargo, la jugada tuvo su cuota de polémica: en las fotos oficiales difundidas por Presidencia, se borró la imagen del gobernador Axel Kicillof, lo que dejó en evidencia la disputa política.
La relación de Milei con Bahía Blanca ya venía golpeada. Al comienzo de su mandato, la ciudad fue azotada por un tornado y el presidente llegó vestido de comando, pero sin ofrecer ayuda concreta. Se limitó a elogiar la "fortaleza" de los bahienses para recuperarse por su cuenta.
Meses después, un episodio similar ocurrió cuando dejó esperando en la pista a un grupo de bomberos de Córdoba que habían arriesgado su vida para combatir incendios.
Tras el incidente, Bullrich intentó minimizar el escándalo. Publicó un video previo al enfrentamiento con los vecinos donde celebraba la "celeridad" del Gobierno para romper una ruta. Sin embargo, la realidad es que lo que necesita Bahía Blanca no es demoler caminos, sino obras hidráulicas para evitar nuevas inundaciones.
El episodio deja en evidencia una de las consignas más repetidas de Milei: la obra pública no es prioridad. Pero en Bahía Blanca, los vecinos saben que sin inversión, la historia se repetirá.
