Un vuelo privado desde Miami, una mujer vinculada a la CPAC y una orden desde arriba para que no revisen las valijas. El periodista Carlos Pagni reveló un nuevo escándalo en la Aduana, que recuerda al caso Antonini Wilson y pone en el centro de la escena a los ideólogos de la "batalla cultural" de Javier Milei.
Según Pagni, la semana pasada aterrizó en Argentina un vuelo privado procedente de Miami. A bordo viajaba Laura Belén Arrieta, una mujer con fuertes vínculos en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el evento donde participan referentes del Gobierno y en el que Milei estuvo recientemente en Estados Unidos.
Pero lo llamativo no fue solo su llegada, sino la cantidad de valijas que traía consigo. Aunque no se precisó cuántas, se mencionó que eran muchas. Cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Aduana intentaron inspeccionarlas, recibió una orden de arriba: "No se revisa nada".
Laura Belén Arrieta tuvo un rol clave en la CPAC Argentina, realizada en diciembre. En la cena de gala del evento se la vio muy activa y también publicó fotos en sus redes junto a Javier Milei.
La organización de la CPAC Argentina estuvo impulsada por Santiago Caputo y Agustín Romo, figuras centrales del espacio libertario. Ambos tienen líneas directas con la CPAC Internacional, que supuestamente los habría llevado con todo pago a la última cumbre en Washington. Un dato que llama la atención, ya que generalmente los asistentes deben cubrir sus propios costos.
En su perfil de LinkedIn, Laura Belén Arrieta figura como empleada de OCP TECH, una empresa de "soluciones tecnológicas" propiedad de Leonardo Scatturice, identificado por Clarín como un ex agente de la SIDE con lazos con Santiago Caputo. Según la investigación, Scatturice habría sido clave en la designación de Andrés Vázquez en la DGI.
Por otro lado, en la primera fila de la CPAC Buenos Aires también estuvo Fernando Arrieta, hermano de Laura, quien participa en la construcción de La Libertad Avanza en el Conurbano bonaerense junto a Sebastián Pareja. A su lado se ubicó Daniel "Gordo Dan" Parisini, el operador digital vinculado a Caputo y Romo.
La pregunta es inevitable: ¿Qué había en esas valijas que no se pudieron revisar? La falta de control genera incertidumbre y deja abierto un interrogante sobre el nivel de influencia que tienen ciertos actores en la Aduana. ¿Será este el inicio de un nuevo escándalo político?