El gobierno nacional retiró un busto en homenaje a Néstor Kirchner de las oficinas de ANSES, generando un nuevo cruce político con los libertarios. Esta acción se realizó tras la ratificación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por la Causa Vialidad. La noticia fue difundida en un video en redes sociales, donde el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, acompañó la imagen con la canción "Un velero llamado Libertad" de José Luis Perales.
El funcionario expresó que la decisión de retirar el busto fue una medida correcta, alegando que en los edificios públicos ya no se homenajean "corruptos" ni "saqueadores del Estado". Este comentario generó una rápida reacción en el bloque de Diputados de Unión por la Patria, que solicitó la restitución del busto y su reubicación en el Congreso Nacional.
Solicitamos formalmente al Ministerio de Capital Humano que se nos haga entrega (en custodia) del busto del ex Presidente Néstor Kirchner, que fuera retirado en el día de la fecha de una oficina de ANSES en Capital Federal.
— Diputados UP (@Diputados_UxP) November 15, 2024
Adjuntamos nota presentada a Sandra Petovello. pic.twitter.com/ETlExMmzRH
El pedido fue formalizado por Germán Martínez, titular del bloque de Unión por la Patria. Los diputados pidieron a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que facilite la entrega de la estatua para ser trasladada al espacio del bloque opositor en la Cámara baja, asegurando que se harán cargo de su custodia y traslado.
Esta controversia se suma a otras decisiones simbólicas del gobierno que han generado debate. Por ejemplo, el 17 de octubre pasado, la vicepresidenta Victoria Villarruel inauguró un busto de María Estela Martínez de Perón en el Senado, en un acto que también atrajo críticas.
El conflicto por el busto de Néstor Kirchner no es aislado, sino parte de un clima político tenso entre sectores del peronismo y los libertarios, quienes frecuentemente se enfrentan en cuestiones relacionadas con la memoria histórica y las figuras públicas de la política argentina.
El gobierno, por su parte, mantiene que sus acciones están orientadas a evitar la exaltación de figuras políticas asociadas a hechos de corrupción. Sin embargo, la oposición considera que se trata de un ataque a la historia y la memoria del kirchnerismo, planteando que estas decisiones buscan eliminar símbolos históricos.