La importación de acero chino, producido a bajo costo, afecta la competitividad de las siderúrgicas nacionales. La situación económica de recesión agrava el escenario para empresas como Ternium y ArcelorMittal Acindar, que han solicitado al Gobierno medidas para limitar las importaciones de este insumo.
Esta semana, los holdings Techint y ArcelorMittal pidieron públicamente al Gobierno que frene la entrada del acero chino al país. La solicitud fue encabezada por Paolo Rocca, dueño de Techint y propietario de Ternium. Sin embargo, el ministro Guillermo Francos descartó tomar medidas restrictivas.
Ternium ya evalúa una reestructuración de personal en su planta de General Savio, San Nicolás, que afectaría a 600 trabajadores, divididos entre personal propio y contratistas. La medida surge en respuesta a la caída de la producción y al descenso de la demanda en el sector de línea blanca.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se mostró preocupada por la situación. Edgardo Holstein, secretario de Organización de UOM San Nicolás, advirtió sobre el impacto de las importaciones en el sector y la posible reducción de personal en Ternium y otras siderúrgicas del país.
El impacto de las importaciones también se refleja en la reducción de producción diaria de acero en el Alto Horno de Ternium, que ha bajado de 6.800 a 5.400 toneladas. Además del acero chino, el acero proveniente de Brasil, a menor costo, intensifica la competencia.
Por ahora, no se prevén más despidos en otras plantas del país. Sin embargo, la situación económica y las importaciones generan un ambiente de incertidumbre para el sector siderúrgico y sus trabajadores en varias localidades de la provincia de Buenos Aires.
