La nueva gestión del INTA, liderada por Nicolás Bronzovich, planea recortar más de mil puestos en 2024 y revisar gastos operativos como viáticos, combustible y telefonía. El organismo enfrenta un drástico cambio en su estructura.

Como parte del plan, 27 mil hectáreas de tierras del INTA serán puestas a disposición de la AABE para su venta o concesión. Estas medidas afectarían el funcionamiento de 22 experimentales claves, limitando los recursos disponibles para investigaciones.

Venta de tierras y recorte presupuestario

El objetivo gubernamental incluye subastas públicas de terrenos productivos y concesiones agrícolas temporales, priorizando ingresos para el Tesoro Nacional. Este cambio significa que los fondos no quedarán en el INTA, complicando su operatividad.

Entre los inmuebles destacados están experimentales en Balcarce, Pergamino y Rafaela, además de terrenos en Santa Victoria Oeste, Salta, el mayor lote identificado en esta primera etapa del plan.

Impacto en la investigación agrícola

Profesionales del INTA tendrán la tarea de evaluar suelos y definir condiciones de venta o concesión, garantizando que los procesos sean eficientes. Sin embargo, la pérdida de recursos humanos podría poner en riesgo esta transición.

Este proceso busca recaudar fondos por medio de tierras que representan 1,3 veces la superficie de CABA. Aunque el gobierno asegura que la delimitación es preliminar, la comunidad científica teme que este plan perjudique el desarrollo agrícola del país.