Esta semana, Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, recibió en su distrito a dos de los funcionarios más cercanos de Axel Kicillof. El martes, estuvo presente Andrés Larroque, Ministro de Desarrollo de la Comunidad, quien participó de la reapertura de un centro de reciclado en Villa Itatí. Esta actividad se llevó a cabo en medio de un contexto tenso entre el gobernador y La Cámpora.
El Cuervo Larroque, ex secretario general de La Cámpora, tiene un vínculo estrecho con Kicillof. Se le atribuye el distanciamiento del gobernador con Cristina Kirchner, un tema que sigue generando roces dentro del kirchnerismo. De hecho, su visita fue interpretada como parte de una estrategia para fortalecer la relación con el sector político de Kicillof, en medio de las críticas hacia el gobernador.
El jueves, Mayra Mendoza recibió al Ministro de Salud, Nicolás Kreplak, quien también recorrió los avances de un Centro Comunitario de Salud Mental. Su visita generó especulaciones sobre el delicado equilibrio que Kreplak debe mantener entre las presiones de La Cámpora y la cercanía con el gobernador.
Kreplak es uno de los ministros de Cristina Kirchner más cercanos a Kicillof, y La Cámpora teme perder su influencia. Este acercamiento en Quilmes se suma a otros movimientos políticos que buscan calmar la creciente tensión dentro del oficialismo.
A pesar de los intentos de distensión, La Cámpora continuó sus críticas hacia Kicillof por no respaldar a Cristina Kirchner en la interna del PJ. La camporista Anabel Fernández Sagasti expresó que el gobernador debía reconsiderar su postura, acusándolo de estar rodeado de “carroñeros” que se alimentan de la disputa.
Desde el entorno de Kicillof, aseguran que no responderán a las críticas y que consideran el conflicto cerrado. Sin embargo, anticipan que las tensiones seguirán mientras La Cámpora mantenga su postura crítica.
Las visitas de los ministros de Kicillof a Quilmes generaron especulaciones sobre posibles movimientos de La Cámpora para acercarse a los funcionarios del gobernador. Este acercamiento tiene lugar en medio de las tensiones que se desataron la semana pasada, cuando el intendente de Lanús, Julián Álvarez, criticó duramente el desfinanciamiento de proyectos de obra pública en su distrito.
Álvarez acusó al OPISU y al Ministerio de Infraestructura de desatender proyectos clave, como la urbanización en Villa Caraza, que finalmente fue financiada con fondos municipales. Esta disputa se sumó a las críticas que Kicillof sigue recibiendo por su postura durante la interna del PJ.