La población europea envejece aceleradamente, y se pronostica que el próximo año los mayores de 65 años superarán en número a los menores de 15. Ante este desafío demográfico, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya la necesidad de adaptar hábitos y actitudes para garantizar el bienestar en edades avanzadas.
El asesor de Deporte y Salud de la OMS, Stephen Whiting, hace hincapié en la importancia de promover dietas más saludables, incluyendo a reformular los alimentos, reducir la sal, eliminar las grasas trans y reducir el consumo de azúcar. Además, sugiere la utilidad de campañas de concienciación específicas para adultos mayores y la creación de entornos urbanos respetuosos con esta población.
El informe también destaca la importancia de mantenerse activo y hacer ejercicio regularmente, no solo para el bienestar individual, sino también para aliviar la carga de los sistemas de salud. Según la OMS, se podrían ahorrar 8.000 millones de euros al año en la Unión Europea si más personas cumplieran con los niveles de actividad física recomendados.
La recomendación principal del informe es que los gobiernos adopten políticas que fomenten la independencia de las personas mayores, promoviendo la interacción social y su contribución a la sociedad, lo que conlleva beneficios significativos para la salud de la población.