¿Qué pasa si no hay acuerdo entre Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner? Esa es la pregunta que sobrevuela cada reunión, cada cónclave y cada gesto político en la Provincia. La interna peronista, lejos de enfriarse, calienta motores rumbo a septiembre. Y la posibilidad de unas PASO dentro del espacio empieza a sonar con más fuerza.
La jugada de desdoblar las elecciones fue una bomba. Kicillof decidió que los bonaerenses voten antes que la Nación, el 7 de septiembre. Pero eso no cayó bien en el núcleo duro del kicillofismo, que responde directamente a Cristina. Para muchos, fue un movimiento que buscó marcar la cancha, pero también dejó heridas abiertas.
Y ahora, el operativo clamor se reactivó. En el Sindicato de la Seguridad Social, CFK reunió a intendentes del Conurbano para recordarles quién manda. El mensaje fue claro: la unidad es prioridad, pero si no hay acuerdo, ella podría volver al centro de la escena.
“La voluntad de Cristina es que no se rompa el peronismo”, dijo la intendenta de Moreno, Mariel Fernández. Pero acto seguido, defendió la idea de ir todos juntos, como si supiera que la grieta ya está. Y mientras tanto, desde el entorno de Kicillof dejaron trascender que, si no hay acuerdo, están listos para dar la pelea en las urnas.
La tensión es real. El ministro Carlos Bianco fue a la Casa Rosada a reunirse con Guillermo Francos. Oficialmente, para hablar de logística electoral. Extraoficialmente, para tantear apoyos si las internas escalan.
Este viernes, Kicillof se va a mostrar rodeado de los suyos. Convocó a todos los intendentes que lo bancan para una foto de poder. Quiere mostrar que tiene estructura, territorio y votos. Y de paso, dejar en claro que no va a ceder tan fácil.
Pero el kirchnerismo no se queda quieto. La presión para que Cristina sea candidata va en aumento. Lo dicen en privado y cada vez más en público. “Si quiere confrontar, confrontaremos”, soltó sin vueltas Juan José Mussi, de Berazategui.
En ese clima, un nuevo nombre empezó a sonar fuerte: Jorge Ferraresi. Intendente de Avellaneda, exministro y figura clave del kicillofismo. Algunos lo ven encabezando la lista en la Tercera Sección Electoral. “Está preparado técnica y políticamente”, dijo su armador Jorge Alessi. Y le tiró un palito a CFK: “La boleta tiene que estar representada por los que conocen la sección, los que la caminaron”.
La disputa no está cerrada. Nadie quiere romper, pero todos se preparan por si hay que medirse en una PASO. Y mientras el clima se recalienta, lo que parecía una pulseada silenciosa se transforma en una batalla abierta.
¿Terminarán unidos o habrá interna en serio? La respuesta todavía está en construcción. Pero algo es seguro: esta historia va a seguir dando que hablar.