VISIÓN POLÍTICA

Martín Demichelis vivió un emotivo momento al pisar el césped del Monumental para su último partido como director técnico de River, enfrentando a Sarmiento de Junín en la fecha 8 de la Liga Profesional. A sus 43 años, Demichelis había acordado su salida del club el sábado anterior, pero tuvo la oportunidad de despedirse con su “último baile” en este encuentro, celebrando casi dos años de gestión en los que obtuvo tres títulos: una Liga Profesional, la Supercopa local y el Trofeo de Campeones. Durante su mandato, logró un notable 66% de los puntos disputados.

Los hinchas le brindaron un caluroso reconocimiento. La ovación comenzó cuando su nombre fue anunciado por los altoparlantes y su imagen apareció en la pantalla gigante. El recibimiento se volvió aún más emotivo cuando Demichelis salió del túnel y se dirigió al banco de suplentes, lo que provocó lágrimas en el entrenador.

Demichelis, quien mostró su arraigo riverplatense con una remera negra y la banda roja y blanca, además de un saco con el escudo del club, saludó a la platea detrás de los bancos y compartió un afectuoso abrazo con Israel Damonte, técnico de Sarmiento. El momento más conmovedor se produjo cuando se encontró con su hijo mayor, Bastian, quien juega en las Inferiores de River y suele ser alcanzapelotas. La emoción fue palpable y se reflejó en las lágrimas de Bastian. River Plate conmemoró este instante en sus redes sociales, destacando a Demichelis como "uno de los nuestros".

Evangelina Anderson, pareja del técnico, también se mostró conmovida, y publicó en sus redes sociales un carrete de fotos que repasaba diferentes etapas de la carrera de Demichelis y momentos familiares, acompañado de un corazón rojo partido.

A pesar de la emotividad del momento, Demichelis se centró en el partido, aunque es evidente que la experiencia vivida en la previa del duelo ante Sarmiento quedará como un recuerdo muy especial para él.