En una clara demostración de no querer interferir con las políticas expansionistas del Reino Unido en Malvinas y el Atlántico Sur, menos aún en el escandaloso incremento aéreo en el orden militar como en lo comercial que los británicos llevan adelante con la asistencia de Brasil, Chile y Uruguay; el gobierno de Alberto Fernández anunció a través de Telam, haber instalado un radar en Río Grande, en la costa norte del litoral atlántico de la isla grande de Tierra del Fuego; con lo que la Argentina podrá “monitorear todo el tránsito aéreo en un radio de 170 millas náuticas (unos 315 kilómetros)”.
La información oficial no deja dudas que, si el radar tiene un alcance máximo de cobertura “315 kilómetros”, y desde Río Grande a Malvinas hay una distancia 520, existen más de 200 kilómetros que no serán monitoreados.
Es muy coincidente con el límite oeste de la Zona Económica Exclusiva apropiada por los británicos con el aval de los ilegítimos Tratados de Madrid I y II firmado por el Reino Unido, durante el primer mandato de Carlos Menem en 1989 y 1990. Una autolimitación vergonzosa de un gobierno que ni siquiera se anima a saber, para no verse en la obligación de denunciar la complicidad de los gobiernos vecinos en el afianzamiento colonial, ni la peligrosidad de la actividad militar de Gran Bretaña y la OTAN, dentro del territorio nacional, más aún en el contexto de su participación en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Las razones de estado y la importancia estratégica fueron expresadas por el ministro de Defensa Jorge Taiana, por el jefe de la Fuerza Aérea Xavier Issac y por jefe de la base aérea militar de Merlo desde la que se controlan todos los radares argentinos Adolfo Heretich. “Sabemos que acá estamos cerca de nuestro territorio ocupado por una potencia colonial, y nuestra presencia acá hoy para activar este radar es en cumplimiento de lo que manda nuestra Constitución que es disponer de todos los medios políticos y diplomáticos para reestablecer nuestra soberanía plena en nuestras islas”, dijo Taiana; “era una deuda con nuestra soberanía”, sostuvo Issac; “nos devuelve una capacidad de vigilancia que teníamos durante la Guerra de Malvinas cuando se había instalado otro radar en este mismo sitio”, explicó Heretich.
Sin embargo, en ese lugar instalaron un RPA-170M -un radar táctico de defensa aérea 3D de mediano alcance de última generación que opera en banda L/D fabricado por el Invap-, con el que no se podrá conocer la actividad aérea que entra y sale de Malvinas, menos aún los ejercicios y practicas con aviones y helicópteros de combate, ni los sobrevuelos de control a los buques de pesca que operan con licencia ilegal otorgada por la colonia implantada, ni la dimensión de sus operaciones antárticas.
Además del ministro de Defensa Jorge Taiana y del jefe de la Fuerza Aérea brigadier general Xavier Isaac, en el acto estuvieron presentes el gobernador de Tierra del Fuego Gustavo Melella; el intendente de Río Grande, Martín Pérez; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo; el jefe de la Armada Argentina, almirante Julio Guardia; el secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, Francisco Cafiero; y la secretaria de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; entre otras autoridades.
"Ahora estamos poniendo en valor un mecanismo de vigilancia y control para monitorear los vuelos no declarados o no cooperativos porque vamos a ejercer en plenitud los derechos y responsabilidad que nos impone nuestra soberanía en todo nuestro territorio, especialmente hacia el Atlántico Sur que es lo que nos marca la dimensión bicontinental de la Argentina", expresó Taiana en el Acto. Fuente: agendamalvinas.com.ar