El primer año de Javier Milei como presidente de la Nación sigue siendo un tema central en la agenda política y mediática. Dos encuestas recientes, realizadas por Equipo Mide y Opina Argentina, ofrecen un panorama dividido sobre su desempeño, pero coinciden en algunos puntos clave que definen su gestión y el contexto político actual.
El informe de Equipo Mide, llevado a cabo en la primera semana de diciembre, destaca un cambio notable en las prioridades de los argentinos: la pobreza (20%) y la desocupación (13%) desplazaron a la inflación (11%) como las principales preocupaciones. Esto refleja el impacto de un contexto económico que, si bien mostró avances en el control de los precios, dejó a sectores vulnerables al borde de la exclusión.
En contraste, la protección del medio ambiente sigue siendo una cuestión marginal (1%) en la lista de inquietudes. Estos datos marcan el pulso de un electorado que observa con expectativas divididas el rumbo económico del país.
La gestión libertaria ha generado sensaciones mixtas en los argentinos. Según el sondeo, la esperanza (24%) lidera como el sentimiento predominante, apenas superando a la incertidumbre (23%). Sin embargo, un 19% manifiesta bronca o enojo, y solo un 2% siente alegría. Este panorama refleja tanto los desafíos como los logros parciales del Gobierno, en un contexto donde el 50% aprueba su gestión y el otro 50% la desaprueba.
El informe de Opina Argentina aporta una perspectiva alentadora para el oficialismo: Milei finaliza el año con una popularidad del 53%, recuperando siete puntos porcentuales desde octubre. Este diferencial positivo, inédito en comparación con sus predecesores Mauricio Macri y Alberto Fernández, consolida al mandatario como una figura que, lejos de desgastarse, capitaliza el apoyo de su base electoral.
Además, figuras clave como Patricia Bullrich (51% de imagen positiva) y Victoria Villarruel (49%) refuerzan el capital político del oficialismo, en un gabinete que, pese a las críticas, muestra una cohesión difícil de encontrar en gestiones previas.
El liderazgo opositor tiene un claro nombre propio: Cristina Kirchner, quien según Equipo Mide es reconocida por el 42% de los encuestados como la principal figura de la oposición. Axel Kicillof y Juan Grabois aparecen en un lejano segundo plano, mientras que un significativo 38% considera que la oposición carece de un líder definido.
Este dato es clave para entender el desafío del peronismo de cara a las elecciones legislativas del próximo año, donde deberá reordenar su estrategia si pretende capitalizar el desgaste del oficialismo.
El horizonte electoral también refleja una división marcada. Mientras el 35% de los votantes ya adelantó que no apoyará a los candidatos oficialistas, un 31% aseguró que sí lo hará, y un 34% se mantiene indeciso. Este panorama polarizado será determinante para el armado político de ambos sectores, en un año donde los resultados legislativos podrían redefinir el equilibrio de poder.
El primer año de Javier Milei evidencia una gestión que, si bien no ha sido exenta de críticas, logra mantener un nivel de respaldo significativo en un contexto polarizado. Con un electorado dividido entre la esperanza y la incertidumbre, y una oposición aún en busca de consolidación, el Gobierno enfrenta el desafío de convertir los avances en resultados concretos que refuercen su base de apoyo de cara a un 2025 decisivo.