VISIÓN POLÍTICA

Luis Barrionuevo, líder de la Unión de Trabajadores Gastronómicos (UTHGRA), se encuentra internado en el Sanatorio Güemes después de haber presentado un “sangrado cerebral de pequeño volumen” el día de ayer. Según el parte médico, Barrionuevo, de 82 años, está consciente, con movilidad conservada y en condición estable.

El informe, firmado por el doctor Néstor Morgulis, detalla que la complicación está asociada a su historial de hipertensión arterial. Se espera que el neurólogo Conrado Estol brinde una conferencia de prensa a las 18:00 para informar sobre la evolución del estado del sindicalista.

La noticia de su internación ha generado gran preocupación dentro del ámbito sindical, donde Barrionuevo ha sido una figura prominente durante 39 años. Aunque no pertenece a la Confederación General del Trabajo (CGT), lidera un sector significativo del sindicalismo, que incluye a Carlos Acuña, uno de los secretarios generales de la central.

Su relación con el gobierno de Javier Milei ha sido tensa, marcada por un apoyo inicial en la campaña electoral y una ruptura posterior tras el acuerdo de Milei con Mauricio Macri. Este contexto político acentúa la relevancia de su salud en el panorama actual del sindicalismo argentino.

Barrionuevo no solo enfrenta problemas de salud, sino que también lidia con un conflicto interno con su ex cuñado, Dante Camaño. Este último lidera la Seccional Capital de la UTHGRA y ha intentado desafiar su liderazgo. A pesar de una reciente derrota electoral, la disputa ha continuado en los tribunales, lo que añade presión sobre Barrionuevo en un momento crítico.

Mientras el movimiento sindical espera la conferencia de prensa, la situación de Barrionuevo subraya no solo la fragilidad de la salud de un líder, sino también la resiliencia del sindicalismo argentino ante los desafíos políticos y personales. Su trayectoria y su papel en la lucha por los derechos de los trabajadores seguirán siendo temas de interés y debate en los días venideros.