La situación en torno a la "Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos" se torna cada vez más tensa, con puentes cortados entre los gobernadores y el presidente Javier Milei. Aunque el apoyo de los gobernadores es esencial para la aprobación de los artículos más conflictivos, la orden de Milei es no ceder en las negociaciones.
La relación entre Milei y sus enviados, como Guillermo Francos, ministro del Interior, se ha visto afectada, limitando las concesiones y debilitando a los negociadores. A pesar de la necesidad de apoyo, Milei parece dispuesto a mantener una postura firme, incluso ante señales de la Casa Rosada y declaraciones ofensivas hacia diputados.
La falta de diálogo y la imposibilidad de acuerdos se reflejan en la frase de un gobernador clave: "Yo ya doy el diálogo por perdido". Aunque se espera que la ley no se caiga, las tensiones y desacuerdos persisten en temas como el Impuesto PAÍS, privatizaciones, facultades delegadas y otros puntos conflictivos.
La semana resulta crucial para Milei, quien inicia su primera gira oficial mientras enfrenta el desafío de votar una ley con más de 300 artículos y 30 sin consenso. La incertidumbre crece ante la falta de diálogo y la posibilidad de que la ley no avance, a pesar de haber obtenido apenas los votos necesarios en la votación en general.
Mauricio Macri, desde su rol en el PRO, ha mostrado su apoyo a la ley, destacando su importancia para un cambio en Argentina. Su intervención busca cohesionar al bloque del PRO y evitar divisiones internas, mientras Milei enfrenta el reto de mantener el respaldo a su gestión y evitar la intrascendencia política.
